Como guatemaltecos hemos sido testigos en la última semana de una serie de acontecimientos, no son acontecimientos aislados sino un detonante de la población ante tanta incompetencia por el manejo de la pandemia lo que ha cobrado la vida de miles de guatemaltecos, son más de 10,000 familias que han perdido a un ser querido a causa de ésta pandemia ante la indolencia del Ministerio de Salud.
Mucho se ha hablado de la falta de un verdadero plan para la vacunación, y sobre todo la cuestionada adquisición de vacunas Sputnik V, por medio de un negocio obscuro y que hasta el momento no se ha entregado para su análisis a las instituciones competentes de su fiscalización, pero que ya fue pagado en un 100%. Ayer nos dan la noticia de que se va a “renegociar” el contrato y que en el nuevo se incluye un cronograma.
La población lo que necesita es una explicación clara y sustentada de la forma en que se hizo el primer negocio y que significa renegociar, porque la población no conoce lo que pasó ni lo que está pasando con esta nueva negociación o que gastos extra implicará. Ante este escenario la cooperación internacional ha salvado una vez más el ya precario sistema de salud al que estamos acostumbraos desde hace décadas.
El sistema de salud actual es el resultado de años de abandono del sistema de salud, que todo el tiempo está atrasado en pagos a proveedores, pago a médicos, faltan insumos, falta medicina, los pacientes tienen que pagar sus resonancias, y se ha descuidado totalmente la supervisión especialmente en las enfermedades crónicas como el cáncer donde el Hematólogo no revisa a los pacientes sino da su diagnóstico en base al expediente pero no los conoce personalmente.
Es cierto que el sistema de salud está en quiebra, pero también es cierto que no se está mejorando el servicio, hacer un verdadero esfuerzo por pagarles a los médicos a tiempo y de tener abastecimiento, lógico que tendrán que sacrificarse gastos administrativos como asesores, viáticos, comprar medicina sin sobre costo, entre otros.
Por eso el detonante ante la emergencia de la pandemia fue el contrato de la adquisición de vacunas, porque muchos recursos públicos se están malgastando, tal es el caso del seguro escolar, que precisamente ahora que están enfermando niños de Covid-19 es la oportunidad para que los padres de familia hagan valer su derecho de usar ese seguro en consultas, medicina y hospitalización para no saturar los hospitales nacionales.
Por las más de 10,000 víctimas del Covid-19 que murieron con la esperanza de ser vacunados, que tenían sueños e ilusiones, por ellos, porque les llegó antes la pandemia que la vacuna, es que creció el clamor popular pidiendo explicación sobre el uso de los recursos públicos destinados a salud porque todos los guatemaltecos tienen derecho a la salud y el Estado la obligación de garantizarla.