En las últimas semanas todos hemos sido testigos de los movimientos que se hacen en el ajedrez político de nuestro país. Los representantes del mal en la política guatemalteca, seguramente están pensando en cuáles serán sus próximos pasos, dependiendo de quién gane la presidencia del país. Esperamos que tengan un poquito de conciencia aún, y puedan reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones en el ámbito de la política nacional.
No me canso de repetir la frase de Don Bosco: “hay que ser buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Jesús nos recomendó que hay que darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mc 12, 13-17). No se debe mezclar política con religión. Una cosa es que nosotros los líderes católicos denunciemos lo que, desde nuestra perspectiva, no está bien; y otra muy distinta es usar el nombre de Dios para justificar un plan de gobierno.
Es triste y lamentable cómo una candidata hace algunos días se declaró cristiana afirmando que su plan de gobierno es el plan de Dios. Esta afirmación es tan falaz (falsa) como quien la afirma. Porque cuando está entre los católicos dice que es católica, y cuando está entre los evangélicos, dice que es cristiana evangélica. Sin duda lo hace para manipular a las personas creyentes para que la favorezcan con su voto.
Los guatemaltecos y guatemaltecas debemos ser inteligentes y prudentes a la hora de elegir al próximo presidente de Guatemala. Algunos están a favor de un candidato y otros a favor de la señora candidata. Y me parece bien, porque hay libertad para votar por quien queramos. Sin embargo, analicemos bien, no sólo el plan de gobierno sino la personalidad de cada uno de ellos. Analicemos el liderazgo que cada uno tiene; analicemos los términos con los que se expresan a los guatemaltecos.
Hace poco, la señora dijo que los del Movimiento Semilla son unos afeminados y unos huecos. A esta afirmación hay que ponerle atención, porque se presta para un sinfín de interpretaciones. Creo que se necesita un poco de sabiduría para poder expresarse acerca de los demás. El gran filósofo y político Nicolás Maquiavelo afirmaba que “el fin justifica los medios”. Parece que no le importan los medios a utilizar con tal de llegar a la presidencia.
Y lo peor es que hay mucha gente “pensante” que aplaude este tipo de expresiones. Ojalá los candidatos a la segunda vuelta electoral pidieran un poquito de sabiduría como el gran rey Salomón, no sólo para hacer una campaña de altura, sino para gobernar a Guatemala cuando uno de ellos gane la presidencia.
Los guatemaltecos y guatemaltecas que cada día nos levantamos con el deseo de trabajar lo mejor que podemos para satisfacer nuestras necesidades básicas, pidamos sabiduría a Dios para poder elegir al futuro presidente del país. Algunos dicen que ninguno de los dos candidatos vale la pena, pero moralmente podemos elegir al menos malo. Siempre hay “un menos malo”. Elijamos el mal menor por el bien de nuestro país. Es decir, no hay ningún candidato perfecto, pero hay uno que es mejor que otro; hay uno que está peor que otro. Que Dios nos ilumine con su Espíritu.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.