A finales del siglo XIX Quetzaltenango daría su mayor aporte al mundo, la creación de la marimba doble o cromática, lo que Sebastián Hurtado creó sigue siendo uno de los legados musicales más importantes que Mesoamérica ha visto nacer, basado en una tradición ancestral, y bajo influencia del trabajo y pensamiento de grandes artistas como el maestro Jesús Castillo y Carlos Mérida (que inició siendo alumno de Castillo como músico), la marimba doble provocaría el inicio de una época de oro y productiva, que vio nacer a prodigiosos marimbistas que salieron del país y al regresar crearon las piezas más representativas que sostienen la identidad guatemalteca, jazz, blues, vals o paso doble, son los ritmos más utilizados en esas épocas.
Si bien la historia señala que Quetzaltenango es el epicentro marimbistico del mundo, si bien en buena parte de las radios hay programas de marimba y es una de las principales imágenes que se utilizan para vender al país en el extranjero, la situación del fomento y apoyo a estos conjuntos musicales es muy difícil; actualmente contamos solo con la marimba de conciertos de la Municipalidad de Quetzaltenango, el resto son privadas, la inversión para proteger y difundir este símbolo patrio es muy limitado, como ocurre con la mayoría de disciplinas artísticas y con la educación, están en completo abandono, en un Estado que se lo come la corrupción es normal que ocurran este tipo de fenómenos.
En la ciudad existen dos únicos espacios que rinden homenaje a ese legado cultural, el monumento a la marimba, obra de Galeotti Torres, y la Plazuela del Marimbista, esta última ubicada en el Centro Histórico, y que más allá de ser un teatro al aire libre ha sido el símbolo del abandono y de la forma en la que la mayoría de ciudadanas y ciudadanos entienden el arte y la importancia que tiene un espacio de este tipo para el desarrollo integral de una sociedad.
Celebro con mucha alegría y esperanza la intención de recuperar la Plazuela del Marimbista, impulsada por la señorita representante de Juegos Florales y de la Dirección Municipal de Cultura, dirigida por gestores culturales con mucha experiencia y con una clara idea de que el arte en un contexto como el nuestro debe funcionar como un vehículo para la construcción de un pensamiento crítico que permita una sociedad desarrollada integralmente.
Ya hemos sido testigos de varios intentos de recuperar la Plazuela del Marimbista, los cuales han fracasado porque no se ha tenido un plan complejo que incluya la opinión, no solo del sector artístico, sino también de las y los vendedores que tienen años instalados en los alrededores de la plazuela y que también forman parte de ese enorme ecosistema cultural de la ciudad. Habría que reflexionar sobre las razones por las cuales la plazuela nunca ha operado, esta nueva iniciativa debe incluir una estrategia más profunda, que tiene que ver con temas de cohesión social, manejo de alimentos y de desechos, agenda artística y procesos administrativos que garanticen la recuperación y mantenimiento de ese espacio por mucho tiempo.
Poeta, gestor cultural y editor de origen maya k´iche´, ha trabajado por más de 13 años en proyectos culturales en Centroamérica, escribe columnas de opinión en medios de Quetzaltenango y Guatemala, amante del Xelajú y las rocolas.