“El más irreparable de los vicios es hacer el mal por necedad”, (Charles Baudelaire). Y es que hay gente en todas partes y en todos los grupos, que son necios para hacer el mal, parece que les encanta hacer el mal; no les importa si el otro se ofende o no, su narcisismo exagerado les hace creer que están en lo correcto.
En el camino de la vida uno se topa con gente realmente insoportable y difícil de tratar. Son personas tipo mosca, es decir, siempre fastidiando por todos lados. Pero es ahí cuando nosotros tenemos que demostrar que somos más inteligentes que ellas. Normalmente una persona insoportable, como sabe que lo es, entonces siempre está buscando una manera de llamar la atención, y utiliza el lenguaje oral para expresar sus grandezas y sus logros, pero todo esto no es más que una manera de atraer la atención.
Lo triste es cuando esa persona insoportable, hace eco en los demás, y los demás se quedan callados como si lo que dijera el otro fuera palabra de Dios. Los seguidores de personas insoportables tienen que tener cuidado, porque tarde o temprano esos seguidores se convertirán en insoportables para el resto de grupos de la sociedad.
“Por eso, es importante analizar las características de la relación y descubrir en qué puntos nosotros nos estamos mostrando débiles, ya que estas personas pueden estar utilizándolos para salir con la suya y conseguir lo que desean”, (Tierno, 2012, pág. 194). Este autor menciona algunas normas a tomar en cuenta con las personas insoportables: no caer en el juego, descubrir cómo es su actuación, ser uno mismo y convencernos de que los demás también tienen que poner de su parte para llevarse bien con uno; además es importante ser asertivo y abandonar el juego.
Es importante no caer en el juego del insoportable. Hay que observar y oír lo que diga; luego asumir la mejor actitud ante sus estupideces; hacernos los tontos, sin serlo. Un líder insoportable normalmente hace cosas para llamar la atención. Lo que tenemos que hacer es no caer en su trampa, sino ignorarlo y no darle la importancia que él quiere que se le dé. Es indispensable asumir una actitud serena y tolerante; nunca sacarse de onda.
No se sienta mal o inferior al insoportable. A veces uno se puede sentir mal porque no encuentra la manera de hacerle frente o encarar a esa persona “cae mal”. Déjelo. No se quite los días de la vida, pensando en cómo hacerle para debatir o enfrentar a la persona tipo mosca. Hay un refrán que dice que “la fruta de madura se cae solita”. El que es insoportable para los demás, tarde o temprano la vida le dará agua para que hacer su propio chocolate.
Cuando uno afirma con ira: “es que ya no la soporto”, o “se ha vuelto insoportable”, es porque el insoportable ha logrado su cometido: sacarnos de nuestras casillas. Reflexione, porque esa es la reacción que el insoportable quiere de los soportables. No se quiete la vida ante la conducta de un insoportable, puesto que la misma vida se encargará de darle a cada uno lo suyo.
Gente insoportable la hay en todas partes, por lo que es indispensable que los seres humanos cuerdos, racionales y con una buena dosis de inteligencia emocional asuman una actitud asertiva ante ellos. Que Dios nos conceda la sabiduría necesaria para aprender a vivir con los insoportables con paz y serenidad.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.