El recién pasado 23 de julio se celebró en Guatemala el Día del Psicólogo. No sólo es un día importante para quienes tenemos la dicha de desempeñarnos en esta profesión, sino para todas las personas que de alguna manera necesitan que alguien los escuche. El psicólogo sirve para esto: para escuchar.
Un psicólogo es un profesional y especialista en la psicología. Pero, ¿Qué es la psicología? Según (Morris & Maisto, 2005), la psicología es el estudio científico de la conducta y los procesos mentales. Pero agrega, que esta definición no refleja la profundidad del campo de la misma. Desde mi punto de vista, la psicología estudia todo lo relacionado al pensamiento (cogniciones), emociones (parte afectiva) y el comportamiento (la conducta). La psicología estudia el pensar, sentir y actuar de los seres humanos. De hecho, todo el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), gira entorno a estas palabras.
El profesional de la psicología, es decir, el psicólogo, tiene la responsabilidad de traducir en acciones, todo lo que ésta ciencia estudia. “Los psicólogos explican cómo percibimos, aprendemos, recordamos, resolvemos problemas, nos comunicamos, sentimos y nos relacionamos con otras personas, desde el nacimiento hasta la muerte natural”, (Morris & Maisto, 2005, pág. 4).
Desde finales del siglo XX y lo que va del siglo XXI la psicología es una ciencia que ha avanzado y sigue ampliando su campo de acción. El éxito de esta ciencia en el futuro va a depender de la calidad de cada profesional de la psicología. No es una tarea fácil, pero si cada uno de los profesionales de la misma trata de hacer con excelencia su trabajo, entonces, cada día más nos iremos abriendo espacios en esas instituciones que no creen en la psicología.
Hay que dejar claro que el psicólogo no es para locos; no es para personas enfermas. El profesional de la psicología es para quienes humildemente reconocen que no están bien y que necesitan hacer catarsis, que necesitan conocerse mejor cada día más. Este tipo de ideas hace que aumente el escepticismo hacia esta ciencia.
La tarea de nosotros los psicólogos consiste en desempeñar lo mejor que podamos nuestro trabajo, de tal manera que esa mentalidad negativa hacia nosotros poco a poco se vaya acabando. Para lograr este cometido es necesario que los psicólogos trabajemos en equipo y que nos apoyemos mutuamente. No se vale que nos destruyamos unos a otros. Si yo no puedo con un caso, puedo remitirlo a alguien más.
Para algunos, la psicología es una ciencia fácil; y que quienes estudiamos psicología, pues estudiamos esta carrera, porque no nos quedó de otra. Pero no, porque estudiamos seis años en una Universidad. Nuestra profesión es una de las más importantes, porque se trabaja con “personas” y no con máquinas. Las demás profesiones no podrán ser desempeñadas con excelencia, si en quienes la ejercen no hay armonía entre el pensar, sentir y actuar.
¿Cómo me siento? ¿Cómo estoy? ¿Cómo está mi habilidad para manejar emociones? ¿Cuáles son mis trastornos más constantes? Si necesita alguna respuesta iluminadora sobre estas preguntas, no dude en hacer una cita con el psicólogo de su preferencia. Estoy seguro, que luego de unas cinco terapias bien disciplinadas, usted se sentirá bien.
Y nosotros los psicólogos, sigamos trabajando con entusiasmo, alegría, humildad y amor. Estos valores tienen el poder de abrir mentes duras, tienen el poder para abrir la puerta que jamás pensamos que se nos abriría. ¡Feliz Día del Psicólogo!
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.