La época lluviosa en Guatemala de este año fue el detonante para que muchos tramos carreteros y calles colapsaran debido a la mala calidad de las obras de infraestructura y falta de mantenimiento de los drenajes y paso de agua, lo mas preocupante de todo es que las autoridades responsables no parecen tener la mas mínima idea de la manera de solucionar el problema.
A nivel nacional hemos visto como una de las principales carreteras del país ha colapsado y el relleno que hicieron no duró ni 24 horas y ya había desaparecido por la falta de conocimiento del problema de raíz, luego del colapso lo más preocupante es que las autoridades dicen que se le pida a Dios que cesen las lluvias para evitar más desastres.
Los guatemaltecos constitucionalmente tienen libertad de culto, pero decir a los ciudadanos que se pida a Dios que solucione el problema es ofensivo, El Ser Supremo ha dejado todas las herramientas para que los tomadores de decisiones puedan guiar a los habitantes de los lugares que gobiernan, por supuesto que es válido que cada quien a su manera pida por el mejoramiento del clima pero también las autoridades deben esforzarse por hacer y contratar obras de buena calidad y dejar de lado prácticas como la corrupción y el aprovechamiento de los fondos públicos para fines personales.
A nivel local vemos como se siguen inundando las calles y avenidas de Quetzaltenango, cada vez que hay una tarde lluviosa automáticamente se bloquean pasos importantes porque se convierten en ríos que no permiten el paso de personas y de vehículos sin que esto tenga algún plan de solución por parte de la municipalidad.
Los vecinos que viven en las calles y avenidas desbordadas han tenido que acoplarse levantando paredes al margen de la calle y sacando de sus locales y viviendas el agua y lodo con escobas e instrumentos propios, ya se volvió una costumbre y las autoridades no han planteado alguna solución concreta para solventar el problema.
Uno de los principales problemas es que las obras públicas se hacen con materiales de mala calidad y sin las especificaciones técnicas necesarias para que tengan al menos una duración de 20 años como lo establecen la mayoría de las bases de licitación. Muchas de las obras que se están destruyendo no han sido recepcionadas ni liquidadas tal y como lo establece la Ley de Contrataciones del Estado.
Si estas obras no están en buen Estado o no cumplieron con las especificaciones técnicas o no dejaron bien planificado el paso de aguas pluviales, incluso si no cumplieron con la calidad requerida puede procederse legalmente. Es necesario realizar las evaluaciones y estudios para determinar si el fallo es de quien contrató o de los proveedores ya que lógicamente entre todo esto seguramente hay responsables de que la infraestructura del Estado esté en malas condiciones y de mala calidad. Además de lo anterior es importante que el ciudadano esté informado del resultado de las evaluaciones de los proyectos.