Todos los días cumplimos con una rutina la cual ya está calendarizada en el cumplir con nuestras responsabilidades, tomando el dicho en muchos casos “de sol a sol”, y por meternos de lleno en las mismas dejamos por un lado nuestro gran tesoro que es nuestra familia.
Todos trabajamos por ellos, por los que están en casa, hoy no miramos muchas amas de casa, las mujeres son una parte vital en su trabajo e ingresos, pero también es importante que le demos un tiempo de calidad a nuestra familia, ya que es el pilar de nuestra motivación constante, no basta con decir: “por ellos me esfuerzo”, sin tener el tiempo de preguntarles sobre su sentir y compartir con ellos, no basta que generemos miles de billetes, si no les damos un consejo cuando más lo necesitan en casa.
A veces preferimos descansar los fines de semana, no saliendo, sino invertimos el tiempo en ver series que están de moda, revisar el celular o hasta en ocasiones lo utilizamos para salir con amigos o amigas y de nuevo nos decimos “necesito descansar y liberarme un poco del estrés”, pero la familia, vuelve a hacerse la pregunta.
Hoy en día en la generación de los que se casaron a los 30, 35 años están viviendo la separación eminente, la ruptura de comunicación se mantiene en crisis y cuando vemos a un porcentaje de la población de adolescentes, muchos están separados totalmente desde la mesa de casa, hasta el poder tener una plática amena, no digamos los muchachos que tienen problemas de depresión, drogas, alcohol y demás.
Algunos inician su tiempo en las relaciones sexuales de manera temprana por no tener una guía de nosotros los padres que estamos sumergidos en nuestra responsabilidad, hago énfasis en esta edición sobre este tema, porque veo muchos amigos y amigas que viven cumpliendo un horario, pero incumpliendo una responsabilidad que es el poder tener buenos momentos, y esto no se enfoca en gastar recursos si no es calidad de tiempo.
La base siempre será la familia y tendremos que hacer los espacios para poder estar con ellos, darles la guía, el soporte, el amor, la confianza, el apoyo incondicional, para que esta generación sea de crecimiento en la sociedad, de aporte continuo, que sea competitiva y que no caiga en los errores que nosotros hemos caído.
Lo mejor es que siempre podemos y estamos a tiempo de ser mejores en todo lo que hagamos.