La cultura, su diversidad, el modo en que la gente vive, trabaja, se relaciona, ama, sueña y crea son, conforme pasan los años, reconocidos en el mundo entero como pilares del desarrollo humano.
Ya no es posible trazar una línea única de progreso, ni sostener una idea de civilización que no valore los aportes de pueblos o coloque al margen tradiciones, gastronomía, religión, música, vestuario, saberes y memorias complejas. En plena “era de redes sociales”, las diferencias culturales se muestran en todo su potencial, enriqueciendo nuestras sociedades, y en algún caso marcando identidad.
Un caso particular es Xelafer, el acontecimiento que invita a miles de personas, unas que quieren venir a “vivir la feria” otros que escapan de ella. Hoy se ha marcado con manifiesto conflicto el desorden y la improvisación que evidencian que un evento de esta envergadura no tiene una lugar adecuado y digno.
¿Dónde esta el sector privado que invierta en un centro de exposiciones? que sirva para albergar varias ferias, convenciones, conciertos, actos masivos de diversa índole que, más de una vez se ha demostrado son “motores económicos” de la región y no los hemos explotado como es debido.
La semana pasada Ecuador un país similar a Guatemala recibió 27 “premios Oscar” de turismo, entre estos reconocimientos están considerados la calidad de los eventos feriales y reuniones corporativas diversas.
Quetzaltenango tiene un potencial magnifico para presentar una feria de mucha calidad, iniciando por reglamentar la participación y tipo de productos que se ofertan en la feria, estas deberían ser las que los miles de emprendedores de forma diaria los realizan y así mismo mostrar artículos que representen a las otras regiones de país elegidos por sus atributos y diversidad.
Xelafer debería ser la “marca país” que identifique las particularidades del país y aproveche el impacto positivo que genera en ocasión de las celebraciones patrias.
Ciudades donde “la feria” es un acontecimiento especial, la municipalidad cumple con ser un facilitador de servicios, pero no es el organizador, para ello están personas especializadas y empresas que generan recursos en favor de la comuna, no como aquí que la feria para esta entidad es un gasto sin control alguno.
En esta ocasión que volvemos a tener la feria “presencial” esperemos que sea momento de un reencuentro ciudadano, que permita generar propuestas y acciones que logren a futuro organizar una Xelafer que nos una.
¡Feliz feria a todos!