La implementación del horario de restricción para los trabajos del paso a desnivel del periférico, cercano a los tribunales, por parte de la municipalidad de Quetzaltenango, estará teniendo, desde el 20 de aanril, un impacto significativo y negativo en el transporte de pasajeros y carga. Esta medida está reduciendo la productividad de varias empresas que operan en el municipio, limitando así las actividades económicas que son fundamentales tanto para la ciudad como para la región.
El principal problema radica en que el horario de restricción no fue debidamente socializado y consensuado con los diversos actores económicos del municipio de Quetzaltenango. Esto evidencia una falta de diálogo por parte de las autoridades municipales y muestra un autoritarismo que no busca soluciones que beneficien a todos los involucrados, tal como se ha demostrado en otras ocasiones. En la práctica, muchas empresas solo pueden operar de manera normal durante un período reducido, lo que resultará en pérdidas significativas para aquellas que dependen del transporte para trasladar sus productos.
Los horarios propuestos de restricción, en lugar de contribuir a reducir el tráfico, estarán generando impactos negativos que se reflejan en caos vehicular y una mayor congestión en las calles. Además, la Policía Municipal de Tránsito de Quetzaltenango (PMTQ) carece tanto de la capacidad como del personal necesario para hacer frente a esta situación.
En lugar de limitar o restringir, lo que se debería hacer es buscar y habilitar vías alternas; donde deberían de trabajar inmediatamente es en habilitar esas vías periféricas están en total abandono.
Instamos a las autoridades municipales a reflexionar sobre la idoneidad de su plan y, sobre todo, a generar espacios de diálogo para encontrar soluciones conjuntas con los vecinos y los sectores organizados de nuestra ciudad. No podemos buscar mejoras a expensas de la economía, que es el motor que genera empleos y sustenta todo nuestro desarrollo.