Hoy comparto la fábula de Daniel Bogdan Covaci, que más que una historia es una lección de vida aplicable en cualquier aspecto de nuestra vida, nos servirá mucho si queremos conducirnos en paz.
Un día el burro le dijo al tigre: – El pasto es azul.
El tigre respondió: – No, el pasto es verde.
La discusión se calentó y para ello concurrieron ante el león, el Rey de la Selva, para que de manera arbitraria decidiera quien tenía la razón.
Al llegar al lugar donde el león estaba sentado, el burro empezó a gritar: – Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es azul? – el tigre no está de acuerdo conmigo y me contradice y molesta, por favor, castígalo.
El león respondió: – Cierto, el pasto es azul.
El rey entonces declaró: – El tigre será castigado con 5 años de silencio.
El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo: – El pasto es azul…
El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león: – Su Majestad, ¿por qué me ha castigado?, después de todo, el pasto es verde.
El león respondió: – De hecho, el pasto es verde, el castigo se debe a que no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta.
Es pérdida de tiempo pretender cambiar la conducta, estilo de vida y forma de pensar de alguien; mucho más sabio y prudente es rodearse de personas sabias que aportan y no restan en nuestras vidas.