Se ponen más oposicionistas cuando los padres ceden.
Hay niños y niñas que traen un temperamento fuerte, destinados a ser líderes positivos, si los padres les forman así. En casa les verás con alta energía, insubordinados y reacios a la autoridad, queriendo ser el alfa (líder de la manada). Un líder positivo busca el bienestar de todos, uno negativo busca el beneficio propio.
Son egocéntricos, que cuando se les da una orden responden con una grosería como “déjame en paz, me vas a enojar, ya voy”. Si los padres conceden ante su insolencia, ellos aprenden a amargarse, a gritar y a intimidar para conseguir lo que quieren. Incluso llegarán al chantaje si los padres continúan dándoles poder.
Si tienes un niño así, desafiante, que se comporta egoísta, dirige su energía a lo constructivo para la mayoría. Dile, “Para ser un líder, tendrás primero que aprender a buscar el bien común”. Si daña a los demás, señálale el perjuicio y dile “te lo dije”. Eso le hará más consciente, maduro y sensible.
Discute con él solo cuando está calmado, Nunca cuando esté encaprichado. Permite que él mande algunas veces, y que decida algunas cosas sin consultar. Pero infórmale que habrá actividades que tendrá que pedir permiso, y otras que rotundamente están prohibidas y fuera de discusión.
Sé firme cuando tengas que decirle que NO. Sujétalo de sus brazos con energía pero sin violencia, mirándole fijamente y con una voz calma, dile… NO. Cuando le des una orden directa, monitorea hasta que se cumpla de forma inmediata. Jamás accedas ante las frases como “ya voy, ahorita, otro ratito”. Ahora es ahora.
Te dejo la siguiente frase para que reflexiones: “El liderazgo positivo y amoroso del padre, genera en los niños líderes positivos y amorosos con la sociedad”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo