Como he dicho en reiteradas columnas de opinión, el gobierno ha sido incapaz de administrar con eficacia y eficiencia la salud de los guatemaltecos. Nadie más tiene la harta obligación de velar por la vida, paz y desarrollo de la población guatemalteca que el Estado.
Todos o casi todos, sabemos que antes de la pandemia el sistema de salud estaba colapsada y con COVID 19, es un caos. Los “nuevos” hospitales que Giammattei inauguró el año pasado -2020-, para combatir a COVID 19, no son hospitales, son galeras, champas acomodadas para ser hospitales, si alguien tiene duda, vaya a Cefemerq y compruebe qué clase de “hospital” está acogiendo a los enfermos de COVID 19. En ese orden ideas, no es broma cuando la gente de a pie dice que tenemos un presidente que es un chiste, un presidente que está más preocupado en comprar “hospitales modulares, desarmables”.
¡Giammattei, por Dios qué le pasa!, no necesitamos hospitales modulares menos desarmables, necesitamos que se ponga las pilas y llame todos los días a los intermediarios rusos –Limited Liabulity Company Human Vaccine, para que agilicen la entrega de 16 millones de dosis de vacuna Sputnik V; necesitamos que ocupe su tiempo en eso y no en pendejadas. Solo como muestra un botón, pagamos –digo pagamos porque al final de cuentas son nuestros impuestos- 614 millones 504 mil 40 quetzales para la compra de 16 millones de dosis de vacunas y nos mandan 50 mil -0.30% del total- qué carajos está haciendo Giammattei en la presidencia.
No termino de entender, porqué la ministra de salud no planificó desde el año pasado, toda la logística a utilizar para el suministro de la vacuna a la población mayor de 70 años. Un segundo para un paciente de COVID 19 representa la vida o la muerte, entonces porqué tardarse tanto para empezar a suministrar la bendita vacuna. Entiendo perfectamente el lado oscuro o la hipocresía de los países ricos al acaparar casi toda la producción para ellos, y eso precisamente es la excusa perfecta de Giammattei al justificar la demora en la llegada de las vacunas, sin embargo, allí cerquita tenemos al vecino país El Salvador, con más de un millón de vacunas suministradas a su población.
Estimado lector, es importante nuestro aporte para luchar contra COVID 19, es decir, registrémonos con tiempo en la plataforma que el Ministerio de Salud tiene para el efecto o en su defecto, visitemos los diferentes lugares y kioscos habilitados para el correspondiente registro, no es nada complicado, únicamente debe ingresar su código único de identificación –CUI- y nada más, en un término de 2 a 3 días recibirá un mensaje de texto en su celular donde le indican la fecha, hora y lugar de vacunación; si usted llega sin el registro al centro de vacunación, alterará todo el procedimiento establecido y obviamente retrasará el tiempo destinado para cada persona y le estamos dando espacio a Giammattei para lavarse las manos.
La fase 2 está en desarrollo, y ésta comprende a) Adultos mayores de 70 años y más b) Adultos de 60 a 69 años, c) Adultos de 50 a 59 años, d) Adultos de 18 o más años, con condiciones especiales y por último e) Trabajadores del sector educación de todos los niveles académicos –preprimaria hasta universitario-.
Por último llamo la atención a la población del departamento de Totonicapán, porque, según datos extra oficiales, hasta la fecha se han registrado más o menos un mil doscientas personas mayores de 70 años, incluso, se cree que hay un municipio que no tiene a ningún ciudadano mayor de 70 años registrado, qué lamentable, digo porque según el último censo -2018- en el departamento se censaron a 16 mil mayores de 70 años, es oportuno sugerir a todos los líderes comunitarios, eclesiásticos, etc., para que a través de ellos, se dé a conocer la importancia y el riesgo que se corre al no vacunarse, porque como dice el grupo que conforma COVAX, “NADIE ESTÁ A SALVO, HASTA QUE TODO EL MUNDO ESTÉ A SALVO.”
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.