Resaltando un poco el papel tan importante que realizan las mujeres en una sociedad colmada de retos, quiero compartir en este espacio la vivencia y experiencia del ascenso al Volcán Tolimán, situado en las orillas del Lago de Atitlán, dicho monumento natural cuenta con bosques nubosos formados de árboles revestidos de todas las gamas de verde que uno se pueda imaginar.
En esta ocasión la cantidad de participantes en un buen porcentaje era de mujeres, lo que hizo que esta fuera una actividad con un tinte muy femenino, no solo por el color que portábamos sino por esos detalles tan particulares que van desde el peinado hasta el color de las uñas, característico de este género, lo más sobresaliente de esta expedición y que es el punto medular de esta nota, es que a través de esta experiencia florecieron ciertas conductas positivas que deben replicarse para fomentar la inclusión, participación y el reconocimiento de la mujer, entre las que mencionaré:
Siempre habrá un líder dotado el cual está capacitado y cuenta con la experiencia de dirigir a un equipo, la intuición y el instinto maternal es crucial para tomar ciertas determinaciones, aunque en medio de nuestra sociedad aún sigue siendo un tabú que el líder sea una mujer, las mujeres son líderes por excelencia.
Todas las mujeres poseen cualidades únicas y extraordinarias, por consiguiente, todas poseen un lugar relativo según la capacidad, preparación o estudio, pero esencialmente poseen con un valor absoluto ante los ojos de Dios, lo que las hace realmente especiales.
Por último, aunque en esta ocasión todas compartimos el mismo espacio, escenario y momento, cada una al final tiene una historia que contar, una experiencia vivida, un momento único y especial.
Hoy invito a todas las mujeres a que sean protagonistas de las historias más bonitas porque todas juegan un papel estelar.
¡Buen inicio de semana!