Durante estos últimos días he venido observando la vida ordinaria de hombres y mujeres. Y todos nos esforzamos cada día por trabajar para cubrir nuestras necesidades básicas. A algunos les va mejor que a otros, pero es admirable ese deseo por asumir con responsabilidad el reto por vivir, y vivir bien.
He venido observando también la vida del ser humano en el mundo. Hay algo que le está pasando a la humanidad. Ha evolucionado muchísimo. Gracias a la inteligencia del hombre, la ciencia ha avanzado y desarrollado como nunca antes. Pero muchos inventos humanos han sido para destruir al mismo hombre.
Hay en el corazón de hombres líderes mundiales una inclinación al mal tan profunda, que les hace cometer actos irracionales propios de los animales. La conducta de algunos seres humanos en el mundo es antiética, anticristiana y antihumana. El racismo y el fundamentalismo religioso está causando muertes inocentes en el mundo. Se pelean por razones tontas.
Cuando el hombre y la mujer se apartan de Dios y optan por vivir al margen de Dios, su conducta se torna abusiva, agresiva y vengativa. Daniel Ortega en Nicaragua sigue sacando Ordenes Religiosas, Putin sigue haciendo daño a Ucrania, la guerra entre Israel y Hamas sigue causando muertes inocentes, etc. Y cuando le doy un vistazo a Guatemala, pues hay un grupito de malos guatemaltecos que se han acostumbrado a tener el poder a través en los principales organismos del Estado, y ahora que se avizora un mejor futuro (espero), no quieren cederlo porque sus intereses se ven en peligro.
Hay algo que está pasando dentro del hombre mismo, dentro de la mujer misma. El odio, el resentimiento y el egoísmo los está destruyendo. Y lo peor es que están haciéndole mucho daño a Guatemala. La resistencia pacífica en Guatemala sigue perseverando. La gente ya se dio cuenta de que está en peligro la democracia, por lo que se han levantado alzando su voz, para defender nuestra frágil democracia. Esperamos que quienes lideran estos movimientos sociales, no caigan en la tentación de hacer alianzas macabras con el conocido pacto de corruptos.
El mundo y Guatemala están bastante de cabeza; primero, por la maldad que habita en los corazones de quienes las gobiernan; y segundo, por la inexistencia de un liderazgo capaz de conducir a sus respectivos países por los caminos de la verdad, la justicia y la paz. Y se cae en este tipo de conductas, cuando el hombre mismo se cree autosuficiente, creyendo que con el poder y dinero que tiene es más que suficiente.
En realidad, todos deberíamos de trabajar a conciencia y con valores. Los valores y virtudes van a permitirle al hombre y la mujer, dar lo mejor de sí mismos por y para el bien común. El bien común debería de ser el fin de todos los oficios y profesiones. Cuando no se busca el bien del otro, entonces la sociedad se enferma y muere.
Por lo tanto, hombres y mujeres de todas las edades y cualesquiera sea su condición social, lengua o religión: a este mundo venimos a disfrutar de la creación hecha por Diosa a través de nuestro trabajo. Mientras vivamos, vivamos con seriedad y responsabilidad esta vida. Sirvamos con amor y respeto. Esto le da sentido a la vida. Que bonito es llegar al final de la vida con la frente en alto, sabiendo que lo que hemos hecho en el camino de la vida, lo hicimos con excelencia. Mi admiración por todos aquellos hombres y mujeres que actualmente están desgastados por el peso del trabajo y de los años. Dios les premiará con creces todo el bien que le han hecho a su prójimo. Vivan con paz y serenidad estos sufrimientos, sabiendo que la recompensa de Dios será grande.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.