Pensar no va a superar el miedo, sino la acción.
Le sucedió una vez, que usted se atragantó, se asustó fuertemente y posteriormente llegó a un ciclo vicioso donde cada vez hacía los trozos de comida más pequeños. Cualquier pequeña sensación en su garganta le llevaba al pánico de ahogarse. A tal punto que hasta el agua pura le daba la sensación de que ya estaba cerrándose la garganta. La sensibilidad en su garganta se volvió cada vez más fuerte hasta llega a la hipersensibilidad.
Las personas que desarrollan este miedo a tragar pueden tardar varios meses así, perder peso, adelgazarse y debilitarse al punto de tener que ser alimentadas vía intravenosa. Algunos hacen un recorrido médico donde no les encuentran nada físicamente. Hasta que por fin se atreven a enfrentar ese miedo.
¿Cómo enfrentar este miedo? Realmente es muy simple, pero requiere valentía y determinación. Si la mente y la garganta están atentos a la mínima sensación, entonces lo que corresponden en saturar esa área con muchas sensaciones.
Para ello debe hacer todo lo contrario que ha venido haciendo. En lugar de tragar pedazos pequeños, deben tragar pedazos grandes y en abundancia. Como intentando atragantarse, de forma intencional. Es importantísimo que sea un deseo voluntario de atragantarse. Que lo más probable es que no sucederá. Y si sucediera un atragantamiento lo más probable es que se desatragante de forma automática, si se ahoga se desahogará rápido y fácil.
Es más, le comento que usted se viene atragantando desde que era un bebé. Cuando tomaba su leche se ahogaba fuertemente y al instante se calmaba y seguía bebiendo tranquilo su lechita. Claro que como era un bebé, no razonaba tanto y no desarrollaba miedo a tragar.
Las probabilidades de que usted muera por atragantamiento son muy bajas, es más probable que muera de cáncer, que de esto. Así es que, si tiene miedo a tragar, expóngase a esas sensaciones y a ese miedo de forma excesiva y lo superará rápidamente, También se puede hacer de forma gradual, que consiste en irse exponiendo a trozos más grandes de alimento cada vez, pero lo más recomendable es la sobresaturación.
Si le hace sentir mejor, cuando haga el ejercicio, hágase acompañar por personas que le den la seguridad que le puede aplicar una maniobra para desatorarle. Aunque se dará cuenta que no era necesario. Le garantizo que terminará riéndose después de haberlo hecho.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “La vida comienza donde el miedo termina”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo