La vida puede ser estresante. El trabajo, las facturas, las relaciones, la economía, el amor, la familia… ¡la lista continúa! Hay muchas cosas que podemos hacer para relajarnos, como cambiar nuestra dieta, hacer ejercicio con más frecuencia, dormir más y mejorar nuestro equilibrio entre el trabajo y la vida.
Pero a veces necesitamos hacer algo más que hacer cambios en casa. Entonces, en el transcurso de una década, registré más de 300,000 millas, volando a todas partes desde Colombia y ahora toca Madrid, Paris y Lisboa. Sabía intuitivamente que mis viajes “me harían una mejor persona” y “ampliarían mi horizonte”, como dicen los clichés o hasta mis padres. Pero he llegado a creer que viajar puede y debe ser más que un pasatiempo, un lujo o una forma de ocio.
¿Y una de las mejores maneras de hacerlo? Lo has adivinado: ¡viaja! Viajar puede refrescarnos. Es como un descanso de la vida, como los que tenías en la escuela primaria, pero esta vez más divertido. Nos ralentiza, nos hace detenernos y oler las rosas, y crea un pequeño cambio en los patrones normales de nuestras vidas.
No se trata tanto de “huir de tus responsabilidades” como de tomarte el tiempo para refrescarte y darte un descanso mental y físico.
Viajar es una forma comprobada y verdadera de restablecerse cuando se siente deprimido o simplemente necesita una nueva perspectiva. Es una herramienta increíble para el desarrollo personal y un vehículo maravilloso para la autorreflexión y el crecimiento.
Ya sea que se tome un fin de semana, una semana, un mes o un año, simplemente salir y hacer algo diferente puede recargar sus baterías. La emoción, la diversión y los nuevos lugares que verás pueden darte más energía y volver a concentrarte. Tendrá la oportunidad de conocer a algunas personas geniales e incluso desconectarse y desconectarse si es necesario.
Piénsalo: cuando viajas, estás lejos de todo el estrés de tu vida. Estás en un nuevo entorno. Hay muchas cosas que ver y hacer, gente que conocer, lugares a los que ir y desafíos divertidos que superar. Puede dejarse llevar, relajarse y adoptar nuevos hábitos o perspectivas. En resumen, puedes ser un nuevo tú.
En esencia, el humanismo se trata de explorar y debatir las ideas vitales que nos hacen ser quienes somos. Estudiamos música, cine, arte y literatura para hacer precisamente eso. Y si bien es importante explorar estas ideas en nuestras propias comunidades, las personas y los lugares que no son como nosotros tienen un papel que desempeñar que es igualmente crucial. Aquí es donde entran los viajes. Es lo que me hizo empacar para ver algunos de los lugares sobre los que he pasado tanto tiempo leyendo. Y es lo que me obligó a escribir y tienes la máxima libertad cuando viajas, y la libertad es la experiencia más liberadora y libre de estrés que existe. Al concentrarse en su salud mental cuando viaja, puede regresar al trabajo y a sus responsabilidades con un nuevo enfoque y compromiso, porque tiene la cabeza despejada. Entonces, la próxima vez que tenga visiones de playas de arena blanca o de escalar el Monte Everest, comience a hacerlas realidad. No te permitas preguntarte qué podría haber sido. La vida es demasiado corta.