Desde hace mucho tiempo la humanidad ha reconocido el poder de la Sexualidad del ser humano como un recurso para provocar guerras y para pararlas también. Es importante leer en la historia obras como Lisistrata de Aristòfenes, donde se evidencia la lucha de la mujer antes del siglo IV antes de Cristo, un argumento de esta obra es cuando Lisistrata como líder de las mujeres, propone no tener vida sexual activa con los guerreros hasta que la guerra hubiere cesado. Lo curioso e importante es que logra parar la guerra con esta acción.
La manipulación es tomar el control de las acciones de otra persona, a través de acciones que realiza el manipulador, ofreciendo una consecuencia de no realizarse lo que se quiere, un castigo, un aplazamiento de algo, una falta de comunicación, etcétera.
Dentro de la pareja sexualmente activa, es un factor muy importante de dialogar sobre este aspecto, porque la Sexualidad de la pareja se debe cuidar y no se debe empañar con manipulaciones, frases como las siguientes pueden traer esto a contexto: “hoy no”:
Solo por mencionar algunos ejemplos de lo que la manipulación sexual, es una manipulación diferente, porque se trata de quitar la relación sexual de la mesa de acción de una pareja, es una manipulación por restricción.
En este punto queremos retomar entonces la fuerza de la sexualidad dentro de la pareja, que puede permitir dos cosas, un acercamiento positivo, convirtiéndose de esta manera en un tipo de pegamento de la relación de la pareja o al contrario un alejamiento negativo de los miembros de la pareja.
La sexualidad dentro del marco de una pareja no se debe utilizar como un arma de manipulación, porque entonces estamos afirmando que las respuestas sexuales son condicionadas, si tú me das esto, yo te doy esto otro, pero si tu no me das esto, yo no te daré esto otro. Se convierte entonces dentro de la pareja el territorio sexual en un campo de batalla para al final ver quien gana. Es importante entonces dejar claro que dentro de la pareja ninguno debe ejercer este tipo de conducta, no se trata de ver quién es el más manipulador el “ganador”, se trata entonces de entender que en el campo sexual es muy importante cuidar que este proceso de intimidad no debe ser obscurecido con fines de manipulación.
La relación sexual dentro de una pareja provee tres cosas importantes: liberar tensión, producir placer y poder tener procreación si así se decidiera. La relación sexual también provee sensación de gratitud en el hombre (lo que lo pone mucho más dispuesto a tratar de complacer a su pareja en su día a día) y en la mujer provee seguridad (de ser aceptada, valorada, disminuye el estrés, lo que hace que la forma en que vemos el mundo que nos rodea sea mucho mas positiva).
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.