Los k’iche’ son originarios de los Toltecas, habiendo salido de la legendaria Tula, México, en busca de nuevas tierras. Según su libro sagrado, el Popol Vuh, al abandonar Tula se encaminaron a tierras mesoamericanas en diversos grupos tribales, guiados por Balam Quitzé, Balam Acab, Mahucutah e Iqui Balam. (Otras fuentes documentales, además del Popol Wuj, son el Memorial de Sololá y el Titulo de los Señores de Totonicapán, todos escritos por nativos cristianizados).
Los k’iche’ se caracterizaron por ser valientes y aguerridos guerreros con lo que dominaron vastas regiones a su paso, venciendo y esclavizando a los que dominaban.
Al pasar el tiempo, y ya como sedentarios, por el año 1325 en que se asientan en Pismachí Cajol, cercana a la actual cabecera departamental del Quiché, recibieron influencias de las culturas maya y olmeca, aunque no participaron en el desarrollo histórico de estas sociedades.
La capital del pueblo K´iché se denominó Gumarcaaj., lugar en que lograron una estratificación social muy bien definida, y una cultura bastante avanzada para su época. Su organización social k’iché era de tipo despótico-tributario, encabezada por una dirigencia hereditaria considerada “divina”, que era a su vez la que resguardaba los conocimientos y atributos de poder que se heredaba de manera patrilineal.
Hoy es la etnia indígena más numerosa de Guatemala, ocupando territorialmente gran parte del Altiplano occidental.
A su llegada a los territorios de la antigua K´ulajá (hoy Quetzaltenango), los k´ichés atacaron y vencieron a los Mames, antiguos residentes en este territorio, dominándoles y expulsándolos de sus tierras. Los Mames se retiraron a la actual San Marcos y a partes de la actual Huehuetenango.
Más tarde, con el fortalecimiento de la etnia Kakchiquel, los k’iche’ fueron perdiendo su hegemonía en la región, confrontándose, hasta que alrededor del año 1470, los k’akchiqueles dominaban los territorios, enemistándose, razón por la cual éstos se aliaron a los conquistadores españoles con los resultados consabidos.
Los kakchiqueles se establecieron en dos sitios: Iximché y Chuwa Nima’ab’aj (Jilotepeque Viejo); durante la época de la invasión española, los kakchiqueles se encontraban en luchas permanentes contra los Tzutuhiles.
Según el historiador Adrián Recinos, los k´iches en su salida de Tula y llegada al actual territorio guatemalteco siguieron el curso del Rio Usumacinta para luego asentarse en el Altiplano occidental del país en tres parcialidades diferentes: las llamadas de Cavec, de Nihaib y de Ahau K´iché; siendo la principal la de Cavec, de donde procedían los reyes absolutos de esta nación. Estas parcialidades a su vez conformaron una “federación”, a la que se conoce como Amak; y tres de estas federaciones Amak conformaron la denominada K’iché Vinak, siendo este estadio histórico con el que se enfrentaron los conquistadores españoles en 1524.
El reino K´iché sucumbió ante la estrategia guerrera de los españoles debido a dos causas principales: la superioridad de las armas (pólvora, caballos y armaduras de hierro); y por la rivalidad entre k´ichés y Kakchiqueles, cuando éstos últimos se aliaron a los españoles. Cuando la invasión de los españoles, los reyes k´íchés, el Ahpop Oxib Queh y el Ahpop Camhá Belejeb Tzi, fueron ahorcados; y Gumarcaaj, su capital, fue quemada.
Hoy el pueblo K´iché ha recuperado buena parte de su antigua gloria como una etnia de personas que demuestran altas capacidades en variadas ramas del conocimiento y del liderazgo nacional; en Quetzaltenango constituyen la mayoría de su población y la mayor parte de profesionales universitarios y empresarios de la localidad pertenecen a la etnia K´iché.
El actual Departamento del Quiché, fundado el 12 de agosto de 1872, es uno de los más grandes del país (8,378 Kilómetros cuadrados), y uno de los más poblados (cerca de 800 mil habitantes), con 21 Municipios y su cabecera departamental denominada Santa Cruz del Quiché.