Los Consejos de Desarrollo, son un sistema, en teoría, para priorizar las necesidades básicas de la población más pobre del país, diseminadas tanto en el área rural como urbana; básicamente tienen cinco niveles de acción: nacional, regional, departamental, municipal y comunitario.
Otra vez, en teoría, se rige por principios de igualdad en dignidad y derechos de todos los actores sociales, en el marco de una democracia funcional, efectiva y participativa en los procesos de toma de decisión en la planificación y ejecución de las políticas públicas de desarrollo. Tan bonito se oye, pero, todo a casi todo, es una utopía. La ley de los consejos de desarrollo urbano y rural Dto. 11-2002, es producto de los acuerdos de paz, firmado en diciembre de 1996.
El artículo 3 de dicha ley –Dto. 11-2002- nos indica que el objetivo del sistema de Consejos de Desarrollo es organizar y coordinar la administración pública mediante la formulación de políticas de desarrollo, planes y programas presupuestarios y el impulso de la coordinación interinstitucional, pública y privada. Estimado lector, ¿no le parece a usted que, este artículo se oye tan bonito que definitivamente no es creíble?
Toda formulación de políticas, planes y programas de desarrollo, siempre van concatenados por un presupuesto económico, es decir, si no hay financiamiento para echar a andar lo que se formula, planifica y programa, estamos perdiendo el tiempo, o simple y sencillamente esos documentos van a parar al cesto de la basura, así de simple.
El artículo 229 Constitucional, nos da claridad sobre cómo deben ser financiados los Consejos Regionales y departamentales de Desarrollo y por supuesto, el financiamiento debe venir del gobierno central, es decir, debe estar contemplado en el presupuesto general de Egresos del Estado. Lo complementa el artículo 21 de Dto. 11-2002, indicando que, cada Consejo Regional de Desarrollo Urbano y Rural y Consejo Departamental de Desarrollo deben presentar al Ministerio de Finanzas, los requerimientos financieros para su funcionamiento. En el caso de los Consejo Municipales de Desarrollo, cada corporación municipal, decidirá la forma de su financiamiento, tomando en cuenta la disponibilidad de sus recursos.
Ahora bien, viene la pregunta del millón, entonces, los COCODES, los representantes de la población más vulnerable, más pobre tanto del área urbana y rural, ¿quién financia sus necesidades?
He ahí, la perversa manipulación que nos hacen los políticos tercermundistas con tal de conseguir lo que ellos deseen, es decir, y lo digo por experiencia propia, como ex alcalde comunal, “si usted no apoya al general o al licenciado, no le llegará “rápido” su proyecto”, “llegue a la casa del partido y nos ponemos de acuerdo”, palabras que significan, corrupción. Por supuesto, los mandé al carajo.
Según dicen las malas lenguas, eso dijeron ciertos “funcionarios” para “detener” a la Asamblea Comunitaria de Alcaldes comunales de 48 Cantones y su presidente don Martin Toc y así dar marcha atrás sobre la petición de renuncia de Giammattei y Consuelo Porras.
Entonces, ¿qué debemos hacer ante tan atroz y humillante escenario? Como COCODES o como autoridad indígena ancestral –Articulo 23 del Dto. 112-2002- debemos pedir a cada corporación municipal o al departamento financiero de cada municipalidad que nos convoque para estructurar conjuntamente el presupuesto de ingresos y egresos municipal y que sean incluidos en orden de prioridad nuestros proyectos de desarrollo comunitario y/o que éstos a su vez, sean elevados a los Consejos Departamentales de Desarrollo. Cada autoridad indígena ancestral, tiene el derecho de estar en una, dos o cuantas reuniones sean necesarias para establecer un verdadero presupuesto, justo y equitativo, no nos equivoquemos, pidamos en el momento y espacio adecuado, rompamos de una vez por todas ese manipuleo político perverso que vienen practicando desde hace décadas.
Estimado vecino, le invito a que reflexionemos juntos, ¿usted sabe cuánto dinero a recibido su municipalidad del gobierno central para financiar proyectos de su comunidad?
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.