El tiempo es un valor poco valorado en nuestro tiempo. Nuestra gestión del tiempo sigue siendo siempre producto de nuestras malas decisiones. Salomón expresó algo importante en el libro de Eclesiastés 3:1 que dice: “ todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora“ Sin embargo, muchas personas caminan por la vida depreciando el valor del tiempo, no dándole valor a su propio tiempo y mucho menos el tiempo de los demás, suelen ser impuntuales porque no valoran el tiempo en los demás. Ésas personas creen que el tiempo sobra y que por lo tanto no hay ningún inconveniente en perderlo.
Ahora, la pregunta es: ¿cuáles son esos ladrones del tiempo? Al igual qué pasa con un recipiente para guardar dinero que tiene fuga, igualmente cuando no se valora el tiempo propio y de otras personas es como tener una fuga de capital. El primer ladrón del tiempo que quiero mencionar es: Falta de propósito. Cuando las personas no tienen un propósito definido están desenfocadas, y por lo tanto caminan a tientas como un ciego en un espacio nuevo. Se terminan gastando recursos invaluables cuando nos convertimos en multitarea y ninguna de ellas es terminada y se ha gastado lo que se debió haber invertido.
Otro lado del tiempo es no establecer límites. Desde los años sesentas, luego de la revolución sexual los límites se convirtieron en algo imaginario. Se desató lo que sea conocido como el libertinaje, y mucho libertinaje se refiere a libertinaje sexual además el agregado de consumo de sustancias prohibidas por la juventud y que todavía hasta el día de hoy permanece. Los límites son importantes ya que nuestros padres los ejercen desde la niñez, aunque yo represente muchas veces no ser el más popular entre las personas. Pero cuando se ponen límites a los muchachos, a los jóvenes, con el correr de los años nos percatamos de que los sacrificios hechos en ese tiempo han valido la pena. El rey Salomón lo describe en el libro de proverbios 13:24 que dice: “ el que detiene el castigo a su hijo aborrece, más el que lo ama, desde temprano lo corrige “.
Las redes sociales también se han convertido en un ladrón del tiempo. Se dice que un adolescente, en promedio, está en las redes sociales alrededor de tres horas y 45 minutos. Diariamente. Es casi media jornada lo que estos chicos pasan perdiendo el tiempo literalmente. Muy poco de ellos lo usan para hacer trabajos escolares sobre universidad. Además de qué se pierde mucho el tiempo en las redes sociales también están en el rango de poco beneficio para la persona que le dedica tiempo. Porque muchas de las noticias que aparecen ahí no están relacionadas con nosotros ni hay por qué perder el tiempo en estas situaciones.
No admitas límites que suelen robarte tu tiempo. Aunque los límites son necesarios, al ser guiados por el Espíritu Santo nuestra vida será transformada siguiendo los lineamientos de respetar el tiempo en las personas.
Cardiólogo - Coach/Conferencista coachedwinibarra@gmail.com