Hay algo que llama la atención: Desde hace unos días, la inteligencia artificial (IA) de GPT-4o está tratando de explicar el estado emocional de una persona a través de una fotografía. Un área, hasta entonces, sólo dominada por los humanos.
Te tomas una fotografía en cualquier momento del día, la subes a su plataforma y le preguntas a GPT-4o cómo cree que te sientes. La IA tratará de descifrar tu estado emocional a partir de tu expresión y tus rasgos. Puede que se equivoque y de una respuesta alejada a la verdad, pero es un comienzo que sirve de evidencia sobre el potencial que tiene, porque si algo ya es verdad es que la IA aprende a cada momento y aprende demasiado.
Opino que no podríamos estar muy lejos de que la IA se convierta en una herramienta común en el área de la salud mental. Claro, la idea parece ser sacada de una novela de ciencia ficción del siglo XX, pero considero que no estamos tan lejos de ese futuro.
Hay algo más, la IA cada vez puede realizar tareas con más precisión y poco a poco entrega resultados científicos en diversas índoles. ¿Es la psicología una ciencia?
La IA podría servir como una herramienta complementaria para los terapeutas, quizá “escuchando” a los pacientes y proporcionando una base de datos preliminar sobre los patrones de conducta o una medida más precisa de su evolución a lo largo de las sesiones.
Por supuesto, considero, que de momento, la IA no puede reemplazar a un terapeuta ya que la empatía (rapport) es eminentemente humana por su principio de la subjetividad. En el futuro del que hablo, considero que se tratará de una herramienta, potente sí, para la clínica pero no una sustituta.
Para su uso, considero que será crucial considerar las implicaciones éticas relacionadas con que una máquina, que aprende constantemente, intervenga en la relación terapeuta-paciente. Resultará también imprescindible garantizar la privacidad de quienes buscan su bienestar conductual, emocional y cognitivo.
Me atrevo a imaginar que de seguir llegando el futuro como está viniendo, la integración de la IA en terapia será inevitable y a la vez enriquecedora a favor de la salud mental. Espero no equivocarme.
José J. Guzmán (Quetzaltenango, 1993). Licenciado en Comunicación Social y estudiante de la licenciatura de Psicología. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Tiene un libro de poemas publicados: “La Escena Absoluta” (2012).