El tiempo pasa rápido, y ya estamos en Semana Santa. Son días para hacer una pequeña pausa en nuestra vida, recobrar energías y continuar con una mentalidad positiva el resto del año.
La realidad que actualmente estamos viviendo es delicada, sobre todo por el Covid-19. Parece que los guatemaltecos nos hemos relajado muchísimo, y esto se expresa en el aumento de casos en el país. Los hospitales están llenos, y no se darán abasto con más casos. Sugiero que si no tiene que salir, no salga.
Un año más en el que viviremos una Semana Santa atípica en Guatemala. Las actividades litúrgicas de esta semana serán reguladas por los semáforos posteados por el Ministerio de Salud. Esto significa que la mayoría de estas actividades serán transmitidas a través de las diferentes plataformas virtuales.
¿Qué piensa hacer durante esta Semana Santa? Espero que dentro de sus planes esté ese deseo de participar activamente, ya sea de manera presencial o virtual, en las actividades religiosas. Aprovechando de que no se puede salir con total libertad, use el tiempo que tenga para estar en casa y dialogar con su familia, amigos cercanos o pareja, sobre temas que posiblemente nunca ha tratado con ellos por falta de tiempo.
Recuerde que el protagonista principal de esta Semana Mayor es Cristo. Acompañemos a Jesús en su pasión, muerte y resurrección. Hagamos el esfuerzo para que durante estos días santos se “haga lo que Dios quiere”. Cuando se hace lo que Dios quiere, automáticamente, se está siendo santo. Se puede ser santo esta Semana Santa, haciendo lo que se tenga qué hacer de la mejor manera posible.
Para ser verdaderamente santos no nos queda más que hacer lo que Dios quiere. ¿Qué quiere Dios para mi vida? Dios quiere que seamos obedientes, Dios quiere que hagamos su voluntad, que seamos hombres y mujeres de oración, que tratemos a los demás como nosotros queremos ser tratados, que le dediquemos un poquito de nuestro tiempo y que todo lo que hagamos sea para agradarle sólo a Él.
“Aprenda a ser quien es. Aprenda a renunciar a todo aquello que no es”, (Henri Frederic). Para vivir una verdadera Semana Santa, es importante renunciar a lo que usted no es. Renuncie a su inseguridad personal, a su baja estima y mediocridad. Renuncie a su pereza espiritual, a su desencanto por lo religioso. Renuncie a ese montón de ideas irracionales que lo único que hacen es ponerlo ansioso y deprimido.
A pesar del contexto tan adverso que estamos viviendo, tratemos de cultivar la unidad, la pasión por la vida, la comunicación, la alegría y la santidad en dondequiera que estemos. Razones para cultivar la tristeza y la depresión por la ausencia de nuestros seres queridos hay muchas. Pero mejor cultivemos momentos de oración por su eterno descanso y que ellos intercedan por nosotros desde el cielo. Es importante disfrutar a los vivos.
En conclusión, la semana santa es un tiempo para encontrarnos con Cristo a través de las diferentes actividades litúrgicas y religiosas que serán transmitidas en los medios. Pero además, es un tiempo para compartir con las personas que amamos y que son nuestra razón de ser todos los días. La semana santa es un tiempo para fortalecer nuestra espiritualidad, porque “no somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual. Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”, (Pierre Teilhard de Chardin). ¡Feliz Semana Santa para todos!
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.