Así están las cosas, en Guatemala existe de todo en cuanto a la informalidad, desde los trámites burocráticos hasta aquellos que buscan trabajo y mientras tanto el país en pleno derrumbes. Un país pequeño como el nuestro donde un invierno es verdaderamente un infierno, con políticos mediocres quienes apagan grandes fuegos con bolsitas de agua de a quetzal.
Recientemente hubo reunión entre diputados, burócratas y un sin fin de mierdatarios que solamente termino siendo una “Mesa de la falasia”. Nadie podía apostar que en esta época de pandemia la sexta ola iba ser de hundimientos y derrumbes. Tan trastornados estamos que hasta la política es informal ya no digamos todo lo demás. Solo queda claro que somos un país que se está haciendo improvisamente todo, solo llenando los requisitos del día a día y tomando decisiones que como que se pensaran con las patas. Demasiados mediocre que somos tan malos hasta para cualquier deporte nacional.
La informalidad como la hipocresía van de la mano en esta sociedad en la que cada día somos más y más. No le vamos a encontrar nada bueno a Guatemala, solamente en sus historietas o los paisajes lindos que tiene nuestro país también todo tiene su fin como su ciclo. Lo triste del caso es que no hay salida, continuamos sobreviviendo y sin soluciones a todos los problemas que afrontamos el día a día. Con esta pandemia solo vino aclarar que tenemos políticos inútiles, mentirosos y sinvergüenzas.
Solo nos queda aguantarnos como llevamos haciendo desde ya más de treinta siete años con esta denominada “democracia” si de todas maneras podríamos morir por la inseguridad o porque simplemente nos topamos con el coronavirus. Un sabio dijo: el fracaso es parte de la vida; si no fracasas, no aprendes, y si no aprendes, no cambias. En fin, seguiré desesperado tratando de encontrar algo bueno o formal para nuestro país, pero lo cierto es que solo nos toca envejecer esperando a que algo bueno nos venga de todo este desmadre que se llama Guatemala, parece más una odisea que nadie logra detener.
Solo nos queda ser fuertes no importa por lo que estemos pasando ahora, ninguna pena es para siempre, la situación tiene que mejorar. Si es necesario llorar si tienes que seguir llorando, dale, pero después debes tener el valor y el valor de levantarte cuantas veces sea necesario, sécate las lágrimas y sigue para adelante y recuerda siempre seguir, crecer ese un ciclo (avante)…