El ineludible tema de que estamos en los últimos días antes de las elecciones generales 2019, las más inciertas, nos permite reflexionar sobre aspectos que reflejan otros asuntos relacionados.
Uno de ellos es la cantidad de candidatos a un cargo de elección popular, 35,300, a los cuales no ha llegado a conocer la población por completo, en parte porque el proceso se adelantó esta vez. Tal número podría parecer representativo, pero en realidad demuestra la falta de integración y la particularización de las necesidades y los intereses. En un país pequeño territorialmente en relación con otros, que exista dicha cantidad de candidatos y de partidos políticos y comités, es un mal indicador que solo lleva a la confusión y la confrontación.
Los foros, por ejemplo, son una muestra de esto. Al ser tantos los candidatos, el tiempo del cual disponen para responder a las preguntas, es tan reducido que se limita a expresiones tan vagas e inconclusas, que el público no logra sacar conclusiones. La información es insuficiente y es más difícil llevar los temas a una sana discusión habiendo tantas ideas y propuestas.
Por otra parte, también hay particularización en las agendas de los partidos y sus representantes, cada quien se identifica con los temas que consideran les llevarán a ganar, pero ninguno con un proyecto real de gobierno, que integre todos los ámbitos y las necesidades de las poblaciones.
Esto se puede observar, de igual forma, en los propios foros, de los que ya se había hecho mención, en el sentido de que cada institución, en función de sus necesidades e intereses, organiza su propio foro, sin embargo no se encuentra una temática integradora, sino una particularizada, que en varios casos queda limitada a propuestas muchas veces sin fundamento, sin que los candidatos logren cohesionar las mismas con todos los elementos participantes. Es decir, para poder llevar a cabo una acción en determinado ámbito, se deben tomar en cuenta todos los aspectos que influyen, como el económico, el social y ambiental, por mencionar algunos, y al no existir dicha integración, solo quedan en ideas que incluso se vuelven irrealizables, pero con las cuales pretenden ganar votos.
La integración es fundamental en toda institución y sociedad, para que todas las partes y acciones contribuyan, y no se entorpezcan y generen confusión.