Reitero, no, no es lo mismo, por favor que no nos confundan, una cosa es Alcalde Comunal y otra muy distinto ser Alcalde Auxiliar. Pero, lastimosamente muchas personas investidas de autoridad comunal, resultan y terminan siendo mandaderos –lo digo con todo el respeto del mundo-, del alcalde municipal, del gobernador e incluso del diputado. Es sorprendente y muy triste concluir que, la dinámica social actual de 48 Cantones no está contribuyendo en nada, al desarrollo integral de las comunidades, eso, es catastrófico.
Entonces es imprescindible e ineludible retomar el camino de nuestros ancestros y tirar al cesto de la basura las decisiones “políticas” y unilaterales de la directiva de Alcaldes Comunales de 48 Cantones, todos sabemos y nos hemos dado cuenta que, han hecho un gran daño a la organización.
Las necesidades y/o proyectos más ingentes y prioritarias sean consensuadas en asambleas de cada Cantón, luego, llevarlas a la Asamblea General de Alcaldes Comunitarios y ahí definir las estrategias viables a seguir, jamás la Junta Directiva de Alcaldes Comunales debe ni tiene que tomar decisiones unilaterales todo, escúchese bien, todo debe ser consensuado y avalado por la Asamblea General de Alcaldes Comunales –la que se reúne quincenalmente-, debe acabarse la corruptela de favorecer a comunidades determinadas por disposición de políticos que luego se traduce en votos para determinado partido político corrupto.
Nuevamente, 48 Cantones debe asumir su papel de fiscalizador social de la administración pública –porque la CGCN, seguirá eternamente dormida-, es decir, Alcaldía Municipal, Gobernación Departamental, Área de Salud, Policía Nacional Civil, Hospital Nacional, etc., deben ser fiscalizados, hay tanto que hacer, como para quedarse escondido aparentando hacer mucho. Entiendo que 12 meses es poco tiempo para hacer tantas cosas, afortunadamente en la organización comunitaria manejamos y ponemos en práctica esta palabrita mágica “CONSIGNA”, es decir, lo que no se pudo realizar por el factor tiempo, la nueva Junta Directiva la debe llevar a cabo; en ese sentido la Junta Directiva de Alcaldes Comunales debe crear mesas de trabajo, pero no como las mesas de trabajo del gobierno, que al final nunca llegan a ocuparla.
Debemos saber a ciencia cierta –costo, calidad, tiempo, etc.- de los proyectos que se están ejecutando en nuestras comunidades, para esto debemos contar con profesionales idóneos, rectos y correctos para que nos aseguren que nuestros proyectos están siendo ejecutados con las más altas normas de calidad y que no al cabo de dos o tres años, se esté cayendo a pedazos. Para muestra un botón, el grosor de la carpeta asfáltica de la carretera de 4 Caminos a Totonicapán, le faltó más de 10 centímetros. Las construcciones de aulas, salones comunales, adoquinamientos y toda obra gris, está sobrevalorada. Todos sabemos que, hay más o menos 40% de sobrevaloración. Ah, y ¿quién pagará a nuestros profesionales? Tengo mi propuesta, pero, ¿usted qué opina?
Otra mesa de trabajo para luchar verdaderamente contra la DESNUTRICIÓN, ya hemos escrito y hablado mucho sobre este tema, especialmente para Totonicapán. En nuestras comunidades también hay expertos, que bien podrían ayudarnos para combatir la desnutrición, pero, primero debemos combatir la corrupción, porque, hay millones y millones de quetzales recibidos en calidad de préstamo para este tema y no vemos ni siquiera una leve mejoría en este tema. En febrero de 2019, el Congreso de la República aprobó un préstamo por 100 millones de dólares para combatir la desnutrición, Totonicapán fue tomada en cuenta, pero a la fecha, nadie sabe nada sobre el destino de esos fondos. La estructura de nuestra organización, se adapta perfectamente para realizar una fiscalización técnica y objetiva sin caer en la burocracia. La Energía Eléctrica, es un tema apasionante y por desgracia nuestra, tenemos mártires que, sin esperarlo, ofrendaron sus vidas y en memoria de ellos, 48 Cantones tiene la obligación de trabajar un proyecto viable, sustentable y social, para eliminar de una vez por todas, la injerencia de empresas extranjeras que, a su sabor y antojo ponen precios a su mercancía, llamada energía eléctrica. Reitero, es posible bajar o reducir y al mismo tiempo mejorar la calidad de la energía eléctrica en nuestras comunidades, pero debemos trabajar en ello.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.