Cuan feria de septiembre, los oferentes –léase candidatos- sugieren al votante sus mejores ofertas, sus propuestas, -lejos de ser proyectos- ofrecen iniciativas que hasta merecen ser patentadas por Ripley, hace pocos minutos un candidato dijo que es “un derecho de los ciudadanos, consumir plásticos” y que por lo tanto no está de acuerdo a que se elimine el uso de los mismos, además que: “mientras más basura, más energía” – Señores, lo escucho y no lo creo, pero si su iniciativa funciona, merece el Nobel de Química.
¡Puchica muchá! estos candidatos sí que dan motivos para escribir, aunque uno no quiera.
He asistido a varios debates, y ningún candidato coincide con el número de competencias que tiene el municipio, igualito que en la feria, cada uno ofrece más que otro, y esto no puede ser.
Voy a apelar a un documento que se elaboró en ocasión del Habitat III, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible, celebrará en Quito, Ecuador, del 17 al 20 de octubre de 2016.
En este documento se define estas competencias deseables para una municipalidad moderna:
En algunas ciudades, inclusive se han reducido a menos ejes, para que se pueda dinamizar la gestión del municipio.
La elección de un Alcalde, se parece a selección de un piloto de avión, el candidato, debe demostrar absoluto conocimiento del protocolo de operaciones del mismo, dominio del manual de mantenimiento y además debe estar preparado para alguna eventualidad, sin que tenga posibilidad de dudas o improvisaciones. El avión pasa a ser la estructura municipal, que debe estar en buenas condiciones de operación. Y quizá esa es la causa de lo que nos pasa, “nuestra muni” esta con síntomas de una metástasis crónica de inoperancia, remediar esto, debe ser la primera acción de quien sea electo.
La acción ciudadana proactiva, positiva y valiente, deben ser además, un aliado del nuevo “burgo maestre” escuchar la crítica constructiva, proponer acciones que logren posicionar a esta noble ciudad en un lugar con una calidad de vida, aceptable y sana, serán una de las metas de los objetivos señalados. A pensar nuestro voto, ¡Viva Xela!