Es común escuchar hablar del término escuela, pero en realidad se desconoce el significado. Jiménez, R. en el libro: Sociología de la Educación, (2011: pp. 98-102), explica el origen del término: escuela procede del griego escole, latín, scholla, que significa lugar donde se realiza la enseñanza y el aprendizaje. En Grecia los que se apartaban del nec gotio, se dedicaban al ocio culto, al cultivo del espíritu.
Es importante conocer la definición etimológica de escuela, pero ¿Cuáles son los elementos más importantes de esta institución? La autora antes mencionada señala tres: personales (docentes, educandos, administrativos y logísticos); elementos funcionales (procedimientos, la heurística y las herramientas intelectuales); y los elementos materiales (edificio, mobiliario, material didáctico).
Sarramona, J. en el libro: Teoría de la Educación, (2008: pp.61-67) comenta, «la escuela es la institución social creada específicamente para la educación de los ciudadanos”. Tiene razón, pero entre el dicho al hecho hay mucho trecho, porque aun en Guatemala la escolarización de toda la población sigue sin lograrse.
Ojalá este año 2018, los maestros y sus dirigentes no se dediquen a bloquear carreteras, sino que se interesen por asistir con responsabilidad a sus lugares de trabajo. Yo me pregunto, ¿cómo se va a EDUCAR, cuando algunos maestros, en lugar de ir a su escuela se van a la calle?
Sarramona dice que la escuela posee una serie de condiciones que propician la educación: en la escuela se concentran los profesionales de la educación, capaces de aplicar los conocimientos y técnicas pedagógicas más pertinentes; ejerce indudable influencia sobre su entorno social inmediato; sigue siendo la garantía fundamental para la preservación de la cultura general de un pueblo o territorio; favorece la evolución y dinamización cultural; facilita la actividad laboral de los padres; y ofrece la oportunidad de materializar proyectos educativos personales.
Por otra parte, el documento de Aparecida de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (2007, No. 329) afirma que la escuela está llamada a transformarse, ante todo, en un lugar privilegiado de formación y promoción integral, mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura, cosa que logra mediante un encuentro vivo y vital con el patrimonio cultural. Esto supone que tal encuentro se realice en la escuela en forma de elaboración, es decir, confrontando e insertando los valores perennes en el contexto actual.
En Guatemala muy pronto iniciarán las clases en los diferentes centros educativos. Y todos los que nos dedicamos a la formación y educación de los y las jóvenes (docentes, estudiantes y personal administrativo), debemos estar dispuestos a desarrollar un proceso de aprendizaje significativo y con sentido para los educandos. Docentes perfectos no hay, pero hemos de hacer el esfuerzo por prepararnos bien para educar bien y con excelencia.
Por su parte, los estudiantes deben estudiar con disciplina, responsabilidad y honradez. La pereza, el desencanto y la falta de disciplina académica deben dejarla a un lado.
Finalmente, los padres de familia, no deben consentir la pereza académica de los hijos tapándose con la misma chamarra. La escuela es un espacio para educarse y convertirse en una mejor persona. Y la responsabilidad de un buen rendimiento académico, en parte, depende del acompañamiento de los padres.
Nunca olvidemos que la educación es fundamental para sacar del subdesarrollo a nuestro país. Es la mejor herramienta para mejorar las condiciones actuales de Guatemala. ¡Buen inicio académico para todos!
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.