El Departamento de Estado de los Estados Unidos, incluyó a Consuelo Porras en la lista de personas corruptas y no democráticas, junta a ella, el secretario general del Ministerio Público; hasta dónde ha caído nuestro país, después de tener en el Ministerio Público a un fiscal CAMPEON CONTRA LA CORRUPCIÓN, ahora el ministerio público tiene como fiscal general y a su secretario general, personas consideradas como CORRUPTAS y antidemocráticos.
El Presidente cuando le conviene nos dice que él respeta la independencia de poderes -24 de julio 2021, dando así su apoyo a la decisión de Consuelo Porras de separar de su cargo al Lic. Juan Francisco Sandoval-, sin embargo, ahora que el departamento de Estado de EEUU, declara corrupta a Consuelo Porras, se olvida de la separación de poderes y la defiende a capa y espada, alegando que no se dio el “debido proceso” y que fueron “violados sus derechos humanos”.
En ese orden de ideas, queda claro que, las denuncias puestas por autoridades comunitarias del Pueblo Xinca, Garífuna, indígenas y también por médicos ante el Ministerio Público de Consuelo Porras –corrupta y no democrática-, contra todos los desmanes, robos, crímenes, saqueos perpetrado por Alejandro Giammattei en los veinte meses que lleva en la presidencia, no prosperarán, esos expedientes que llevaron horas su elaboración y redacción irán a dar a la basura, así de simple, no hay otra forma de mirar las cosas; la defensa oficiosa de Giammattei, confirma que Consuelo Porras está al servicio de las mafias, de los criminales de cuello blanco, y que allí no pasará absolutamente nada.
En forma suscinta, compartiré el contenido de la denuncia contra Giammattei, elaborada por los pueblos indígenas -48 Cantones incluido-
Primer hecho delictivo: Delito de Falsedad Ideológica con Agravación Electoral y Anticipación de funciones públicas; se dio, cuando Giammattei quiso burlar a la autoridad migratoria de Venezuela, pero, lo mandaron al carajo.
Segundo hecho delictivo: Delito de discriminación con agravación de la pena, sucedió cuando Giammattei con su estilo arrogante, racista y abusivo, discriminó a la autoridad indígena de San Juan Comalapa.
Tercer hecho delictivo: Enriquecimiento ilícito, homicidio, propagación de enfermedad, discriminación con agravación de la pena, incumplimiento de deberes, resoluciones violatorias a la constitución, peculado por sustracción, malversación, fraude, omisión de deberes y de denuncia, tráfico de influencias, abuso de autoridad, cohecho pasivo transnacional, aceptación ilícita de regalo, manipulación de información, tráfico de influencias. En esta cláusula prácticamente está todo el entramado perverso y criminal llevado a cabo por Giammattei, es decir, los decretos, acuerdos presidenciales, préstamos millonarios, compra de vacuna rusa, etc., que sirvieron para endeudar al país por más de 30 mil millones de quetzales, y lo más lamentable, la muerte de nuestros amigos, vecinos y familiares, que, dicho sea de paso, hasta hoy, son más de 13 mil personas. En ningún decreto ni acuerdo, ofreció un plan general ni específico para combatir a COVID 19, tomando en cuenta que Guatemala es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe.
En un país donde el estado privilegia la vida humana, seguramente, su sistema de justicia actuaría implacablemente contra esta mafia y aplicaría todo el peso de la ley contra los corruptos; lastimosamente, vivimos en Guatemala.
Cuarto hecho delictivo: Abuso de Autoridad. Giammattei actúo impunemente y con fuerza bruta, contra las personas que manifestaron en contra de un presupuesto absurdo y sobre estimado en noviembre del 2020.
Quinto hecho delictivo: Abuso de autoridad, tráfico de influencias, obstaculización de la acción penal. Se refiere a la manifestación tácita de “amistad” entre Giammattei y Consuelo Porras cuando ella, da a conocer su informe de trabajo 2021, además en ese mismo acto, Giammattei arremete contra el trabajo realizado por el Lic. Sandoval, específicamente en el caso Pavo Real, donde el presidente estuvo involucrado.
Las autoridades comunitarias, aún tienen varios caminos, uno de ellos es pedir a las Naciones Unidas que envíe otra Comisión Internacional contra la Corrupción, porque está comprobado que, en Guatemala pasarán otros 200 años, y el IDH no avanzará en nada, todo por la maldita corrupción.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.