Hoy -14 de marzo-, el Sr. Bernardo Arévalo y la Sra. Karin Herrera están cumpliendo exactamente dos meses de gobierno constitucional, en este tiempo, ha habido aciertos en cuanto a la manera de hacer gobierno, sin embargo, es tanta la podredumbre incrustada en el aparato gubernamental ejecutivo, casi no se ven los cambios realizados. La cancelación del seguro médico escolar, a mi entender, fue una buena medida, por supuesto, no deben quedar al desamparo los niños escolares porque, Joviel Acevedo y sus aliados -pacto de corruptos- están al acecho. Seguramente, el pacto de corruptos está moviendo sus piezas para entorpecer y seguir viviendo del erario nacional, y una de esas piezas es precisamente los gobernadores que debe nombrar el presidente en los veintidós departamentos, es una braza caliente en sus manos, casi, nadie va a estar de acuerdo con el nombramiento de dichas personas, siempre habrá un “pretexto” para protestar.
Hay que ser objetivos, es una lástima, la plataforma política que llevó al actual binomio a la presidencia definitivamente no estaba preparada para semejante tarea, de esto se ha aprovechado el pacto de corruptos para “meter” a sus representantes en las diferentes “oficinas” del ejecutivo, pero, con la creación e integración de la Comisión Nacional contra la Corrupción -debemos aplaudir esa iniciativa del gobierno-, quien deberá tener valor, coraje y decisión para prevenir frontalmente todo acto de corrupción, desde cualquier ámbito del organismo ejecutivo, ojalá así sea.
Por otro lado, es evidente la poca y nula acción del 90 % de los diputados a la labor fiscalizadora, los dedos de las manos sobran al contar a los diputados que están en esa labor -Karina Paz, Evelyn Morataya, Sonia Gutiérrez, Orlando Blanco, Carlos Barrera, Cristián Álvarez, José Chic, y quizá uno o dos más-, los demás, están en modo robot, esperando que la jefa y jefa, oprima el control remoto para moverse. Ejemplo de ello, son los representantes del distrito de Totonicapán, no se les ha visto nada, nada trascendental en estos 60 días de labor legislativa.
En ese sentido, entonces, ¿quién nos podrá ayudar? La lucha contra la corrupción se torna más difícil, más complicada, pero, precisamente, es allí donde la ciudadanía, de a pie, debe dar el paso al frente y ser protagonista y escribir su propia historia. No debemos bajar la guardia, debemos luchar y mantener la resistencia contra los actos anómalos y corruptos; debemos exigir a los diputados de nuestro distrito, que cumplan con sus funciones específicas, es decir, legislar en beneficio común, intermediar para solucionar las necesidades más urgentes de la población y quizá, lo más importante hoy por hoy, es fiscalizar la inversión de nuestro dinero, en bienes y servicios de calidad, con eficacia y eficiencia.
Alguien dirá, no pida lo imposible, es decir, peras al olmo, pues tiene razón, hay diputados distritales que definitivamente no van a dar frutos que beneficien a la población, entre ellos, los de VAMOS y su flamante jefe de bancada. Pero, no importa, nosotros hagamos uso de las herramientas plasmadas en la Constitución Política de la República para llevar a cabo la Auditoria Social, está claro, la auditoria social es un ejercicio de los derechos humanos, nadie puede vedar ese derecho que nos corresponde.
Así las cosas, es fundamental conocer el derecho Constitucional de libertad de expresión y pensamiento -Art. 35-, usted y yo, podemos expresar nuestras ideas traducidas en críticas constructivas o denuncias contra funcionarios, empleados públicos por cualquier acto anómalo que afecte nuestro desarrollo integral como seres humanos, reitero, es libre el acceso a las fuentes de información, ninguna autoridad podrá limitar ese derecho, pero, por favor, ejerzamos ese derecho, con respeto y responsabilidad.
Hacer auditoria social, es hacer ciudadanía. -anónimo-
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.