En la era digital, los videojuegos han llegado para quedarse como una parte integral de la infancia. Sin embargo, más allá de las aventuras épicas y las hazañas virtuales, surge una pregunta intrigante y a menudo espinosa: ¿cómo afectan los videojuegos la percepción de la sexualidad en la mente de los niños?
Los videojuegos ofrecen mundos imaginarios, llenos de personajes coloridos y escenarios fantásticos. Pero, a medida que los niños interactúan con estos universos digitales, no pueden evitar absorber mensajes e imágenes relacionadas con la sexualidad. Desde personajes con vestimenta provocativa, cuerpos hipersexualizados, hasta situaciones sugestivas, la influencia de los videojuegos en la percepción de la sexualidad es innegable.
Por un lado, los videojuegos pueden servir como una plataforma para explorar temas relacionados con las relaciones y el romance, ofreciendo a los niños una ventana virtual para comprender la dinámica interpersonal. Algunos juegos abordan con sensibilidad la diversidad y la inclusividad, contribuyendo a la educación emocional de los jóvenes. Algunos inclusive tienen apartados para citas románticas donde se construyen relaciones virtuales que los niños llaman “novios o novias” y según los padres, los niños están jugando un videojuego de forma inocente.
Sin embargo, el lado oscuro de esta moneda digital es evidente. La representación hipersexualizada de personajes, especialmente en algunos juegos dirigidos a un público más maduro, puede distorsionar la percepción de la realidad y establecer expectativas poco realistas en términos de apariencia y comportamiento sexual.
La clave para abordar esta cuestión reside en la supervisión activa de los padres y educadores. Es esencial conocer el contenido de los videojuegos que los niños están consumiendo y establecer límites apropiados según la edad. Aunque muchos juegos vienen categorizados según la edad, son muy pocos los adultos que le prestan atención a estos datos y les compran los videojuegos por ser especialmente los que están de moda. Además, fomentar un diálogo abierto sobre la sexualidad desde una edad temprana ayuda a contextualizar y comprender las representaciones que los niños encuentran en sus juegos.
La responsabilidad recae también en la industria de los videojuegos para garantizar que el contenido sea apropiado y respetuoso, considerando la influencia que ejercen en la formación de la percepción del mundo y de la sexualidad en los niños.
En lugar de demonizar por completo los videojuegos, es más constructivo reconocer su potencial educativo y de entretenimiento, al tiempo que se aborda críticamente su impacto en la formación de valores sexuales. A través de la colaboración entre padres, educadores y la industria del juego, podemos garantizar que los videojuegos sean una herramienta que enriquezca la vida de los niños sin comprometer su comprensión sana y respetuosa de la sexualidad.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.