Considero que todos hemos pasado por experiencias de inseguridad personal. La inseguridad es la falta de confianza en nuestras capacidades para poder realizar con éxito las diferentes situaciones difíciles que se nos presenten en la vida. “La inseguridad implica la existencia de un peligro, de un riesgo o refleja alguna duda sobre un asunto determinado”, (RAE, 2021).
La inseguridad sale a flote antes de la semana de exámenes, antes de presentarse a un examen privado, antes de algún compromiso serio como el matrimonio o algo parecido. En cierta manera es normal que sintamos ese “miedito” a lo descocido. Pero es en estos momentos inseguros cuando más seguros de sí mismos debemos estar.
El reto está en aumentar esa dosis de confianza que debe existir en nuestro interior. Tenemos que “creer” que sí podemos, que sí nos hemos preparado de la mejor manera para hacerle frente a esa situación estresante que está frente a nosotros.
La inseguridad se manifiesta en muchos escenarios de la vida, pero una de las inseguridades que más afecta al ser humano es “la inseguridad emocional”. Y esta inseguridad emocional la enfrenta el niño ante la ausencia de su madre, la experimenta el seminarista antes de entrar al seminario, la manifiesta el sacerdote antes de ser ordenado, la vive la pareja de novios antes de contraer matrimonio. Incluso, la inseguridad, a veces, pasa factura antes de iniciar un examen privado, un nuevo trabajo, entre otros.
¿Qué tan insegura, inseguro es usted? ¿Confía plenamente en sus capacidades? ¿Qué tan inseguro es con su pareja? “Solo la libertad puede hacer segura a la inseguridad”, (Karl Popper). Esta es una gran verdad, porque la inseguridad emocional esclaviza a quien la padece. Nosotros en cambio tenemos que confiar en nuestros seres queridos. Y si nos cuesta tener confianza personal y social, pues hay que buscar ayuda para poder confiar en nosotros y en las personas que amamos.
Es tiempo de reflexionar sobre nuestras inseguridades personales y hacer algo por ellas. En nuestro interior hay valores, virtudes y principios que puede usar como herramientas para salir del charco de la inseguridad personal. “La inseguridad no es solo el resultado de la falta de confianza en uno mismo. En muchas ocasiones son las circunstancias de la vida las que provocan que nuestra esperanza e ilusión disminuyan”, (Tierno, 2012).
A la inseguridad hay que ponerle atención, porque si no, puede hacernos creer que, ante las adversidades de la vida, no se puede hacer nada. Por ejemplo, ante la muerte de un ser querido, nos sentimos tan indefensos, que pensamos que sin esa persona será imposible salir adelante con los proyectos o sueños que ambos tenían. Es ahí cuando aparece la inseguridad.
Desde un punto de vista teológico, me atrevo a pensar que la inseguridad personal es uno de esos demonios inmundos de los que hablan los evangelios. La oración personal es clave para que Dios nos ayuda a expulsar ese espíritu inmundo llamado inseguridad de nuestra vida.
El autor antes citado se pregunta “¿Qué es lo que podemos hacer en esos momentos en los que la inseguridad nos invade y nos impide seguir adelante? Una técnica muy sencilla es la de aplazar los sentimientos para más tarde. Debes decir a ti misma, a ti mismo: mira, ahora tienes mucho que hacer, ya tendrás tiempo para sentirte inseguro más tarde”, (Tierno, 2012).
Aunque el día del amor y de la mistad se celebra todos los días, no dudemos que este 14 de febrero hay personas especiales que nos aman a la distancia y en silencio. ¡Feliz día del amor y de la amistad! Gracias a todas y todos por su cercanía y amor. Dios les bendiga.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.