La malograda iniciativa de Ley 6076 que se identifica con el nombre de “LEY PARA EL FORTALECIMIENTO DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PÚBLICA Y EL EJERCITO DE GUATEMALA”, fue presentada por los diputados Carlos N. Rojas, Julio F. Lainfiesta, Karla A. Martínez, José A. García Barrios, Maynor E. Castillo y Castillo y Byron W. Arreaga A. el cinco de mayo del presente año; como era de esperar, la Comisión de Gobernación del Congreso de la República con fecha cuatro de agosto del presente año le da dictamen favorable para que siga su curso legal y así convertirse en ley ordinaria, será una ley extraordinaria, porque, simple y sencillamente limitará y restringirá nuestras garantías constitucionales y humanas, claramente plasmadas en la Constitución Política y en tratados internacionales de Derechos Humanos.
No es difícil de entender lo maligno de esta iniciativa, en su artículo 1, indica que la presente ley tiene por objeto fortalecer y garantizar la actuación de los integrantes de las fuerzas de seguridad pública y del Ejército de Guatemala. Desde hace un buen rato, la PNC y ejército han estado al servicio del capital extranjero y transnacional, hemos visto cómo actúan en contra de la población civil.
El lenguaje, la sistemática, la redacción y la composición -recomendado por expertos en técnica legislativa- fue obviada por los “asesores” de los diputados ponentes, no hay unidad y criterio definido en la redacción, especialmente cuando leemos el artículo 4, relacionado a las definiciones de Agresión Letal, Agresión no letal, Amenaza Inmediata, Armas menos letales, Resistencia activa, Resistencia pasiva y así sucesivamente. Estimado lector, imaginémonos un escenario de manifestantes dónde se caldean los ánimos por la filtración de gente afín al gobierno, ejemplos hay un montón -quema del edificio del Congreso de la República el 21 de noviembre de 2020, por la aprobación del presupuesto del año 2021-, pregunto, quién tendrá la capacidad para medir o leer la mente de los inconformes -gente de a pie, que manifiesta su inconformidad por tanta corrupción-, e indicar qué nivel de fuerza de seguridad pública y del ejército debe usarse; en relación al ejército, Totonicapán jamás olvidará la masacre en la Cumbre de Alaska, cuando el ejército accionó sus armas contra comunitarios, si en ese entonces, el ejercito no le tembló la mano para matar, imaginémonos qué harán con la LEY PARA EL FORTALECIMIENTO DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PÚBLICA Y EL EJERCITO DE GUATEMALA.
En ese orden de ideas, Giammattei hace grandes esfuerzos para ser reconocido como un hijo de … más, no lo digo yo, lo dijo él, y lo confirman sus diputados aliados; Giammattei en su campaña prometió disolver la SAAS, pero, en el artículo 3 de la iniciativa 6076, reafirma que, para efectos de esta Ley, se constituyen en fuerzas de seguridad pública la PNC, la Dirección General del Sistema Penitenciario y la SAAS. Qué manera de burlarse del pueblo, y qué manera de confirmar su deseo de ser reconocido en la historia de Guatemala.
Es tanto el miedo que tienen los corruptos, que quieren blindarse contra las manifestaciones, algunos diputados de oposición presentaron un amparo ante la CC para frenar dicha iniciativa -16 de agosto- es casi seguro que no va a prosperar, porque la CC está cooptada y entonces allí archivarán la solicitud. Es tan cínica la presidente de la Junta Directiva del Congreso que, a sabiendas de la inconstitucionalidad de esa iniciativa -6076-, hace caso omiso a la solicitud de los dirigentes de los 48 Cantones de Totonicapán, se pide sea desechado, desestimado, excluido, no admitido y deponer semejante iniciativa.
Algunos parlamentarios han dicho que eso no va hacer posible, otros se comprometieron a luchar para que ya no se incluya en la agenda diaria parlamentaria, para nosotros, eso no nos sirve, porque ahí estará vivita y coleando y en el menor descuido, querrán darle vida jurídica.
Necesitamos 81 diputados dispuestos a hacer historia, deben dar un paso al frente y votar para que la iniciativa 6076 sea desechada, esto, al tenor del artículo 117 del Dto. 63-94 Ley Orgánica del Organismo Legislativo.
Aprendamos la lección, que no nos engañen, mientras no se declaré “desechada” la iniciativa, no habrá pasado nada.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.