El Decreto No. 72-2001 Ley de Colegiación Profesional establece que todos los profesionales egresados de las universidades del país y que tengan títulos en el grado de licenciatura deben agremiarse a su respectivo colegio profesional.
Según la norma los colegios profesionales son asociaciones no lucrativas, esencialmente “apolíticas”, de carácter laico, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y tienen como fines entre otros: promover, vigilar y defender el ejercicio decoroso de las profesiones universitarias en todos los aspectos, promover y vigilar el ejercicio ético y eficiente de las profesiones universitarias, y, auxiliar a la administración pública en el cumplimiento de las disposiciones legales que se relacionan con las profesiones universitarias.
Actualmente existen varios colegios de profesionales que han sido señalados por estar bajo la influencia de sectores políticos que quieren tener influencia sobre la elección de cortes y otras autoridades, especialmente el colegio de abogados y notarios de Guatemala, colegio de ingenieros y colegio de ciencias económicas, entre otros.
Lejos han quedado los días en que los colegios profesionales se pronunciaban o protestaban frente a las distintas decisiones arbitrarias del gobierno, leyes que afectan a la ciudadanía o actuaban ante un actuar antiético e indecoroso de alguno de los agremiados.
Los profesionales agremiados a su colegio profesional forman la asamblea general que es la máxima autoridad de dicho colegio y en jerarquía es superior a los órganos directivos, pero no están conscientes de ello y no exigen que se cumplan sus derechos. Cada vez que se convoca a elección de órganos directivos, el agremiado tiene la posibilidad de cambiar a los representantes de su colegio.
Es en ese paso donde los grupos políticos que quieren dirigir los colegios aplican la antigua y frase célebre “divide y vencerás”, pues se postulan grupos para elegir órganos directivos, pero que, al estilo de las campañas de los partidos políticos algunos tienen financiamiento externo y regalan comida, souvenirs, electrodomésticos, incluso ofrecen empleo, o financiar exámenes privados y maestrías; mientras los grupos que tienen buenas intenciones quedan en segundos o terceros lugares porque su promoción es austera casi solo por correo o redes sociales.
Para el 5 de mayo está programada la segunda vuelta para la elección de Junta Directiva y Tribunal de Honor del Colegio de Economistas, Contadores Públicos y Auditores y Administradores de Empresas, y es momento de que los agremiados con buenas intenciones para el colegio y para Guatemala reflexionemos apliquemos sobre el dicho de “la unión hace la fuerza”, y nos unamos para votar por la planilla que no esté influenciada por partido o sector político, en este sentido la planilla que puede representarnos de mejor manera en ésta segunda vuelta es la planilla 1, ya que la otra se ha olvidado de promover las subsedes y se ha dedicado solo a una que otra capacitación y se ha enfocado solo a un sector de profesionales olvidando que el colegio tiene más funciones sociales que cumplir para mejorar nuestro país y su desarrollo.