Quién eres, lo que piensas, lo que dices, lo que haces y como te ves, debe ser congruente. Todos comunicamos a través de nuestra imagen, somos vistos antes que oídos por lo que considerar los pequeños detalles en el arreglo personal serán la clave para proyectar lo que deseas.
La Imagen Personal, es tu esencia, tu personalidad, si te gusta la comodidad seguramente predominan los tenis o zapatillas bajas en tu closet, tonos neutros en las prendas de vestir. Por el contrario si tu estilo es más romántico y femenino, predominan estampados, colores pastel, accesorios como bolsas, ganchos para cabello, zapatos de tacón y colecciones maquillaje o productos para el cuidado de la piel. La imagen personal es tu carta de presentación en todos los ámbitos.
En la imagen profesional comunicas no sólo tu persona, sino la empresa para la que trabajas, los clientes, proveedores y demás ven reflejada la empresa en cada uno de sus empleados. Si trabajas de manera independiente comunicas con tu imagen lo profesionales que pueden ser tus servicios.
Cuida los pequeños detalles y busca siempre la congruencia, si es desde tu esencia y también si te identificas con lo que proyecta la empresa. La imagen personal y profesional es una herramienta de comunicación de gran valor. La sobriedad en los uniformes de bancos o empresas de medios, predominan los colores neutros como azul marino, blanco, negro, gris; éstas comunican credibilidad y responsabilidad. Quienes trabajan en empresas creativas como agencias de publicidad por ejemplo: deberían comunicar originalidad a través de su imagen, agregando combinaciones con colores llamativos, estampados o texturas arriesgadas.
Para trabajar con éxito una imagen integral, trabaja tu estilo y expresión corporal, tus habilidades y siempre acompañados de una buena actitud.
Recuerda que en los pequeños detalles está el poder de tu imagen.