Hablar de nuestras necesidades sexuales facilita la comunicación sexual y ayuda a mejorar el acercamiento con los demás, al hacerlo también se favorece la posibilidad de disfrutar de placer y satisfacción sexual que son dos parámetros importantes de la sexualidad, de los que pocas veces se habla, pues en el medio en el que nos desenvolvemos es más factible hablar de planificación familiar, enfermedades de transmisión sexual, embarazos, que de estos dos factores que son derechos sexuales que cada ser humano tiene.
Las necesidades sexuales de las personas son diferentes, tienen que ver con el contexto en el que se esté viviendo, las emociones que se estén experimentando, el estado de salud que se tiene, con la comunicación y cercanía con la pareja, pero hay un factor importante que muchas veces hace que sintamos que no debemos hablar de nuestras necesidades sexuales y es el tipo de educación sexual en la que hemos estado viviendo, si la educación que se practica socialmente es una educación restrictiva ,esto tiene un efecto negativo al momento de reconocer que como seres humanos tenemos algunas necesidades sexuales, menos probable aun hablar de esto con los demás.
Al decir necesidades sexuales nos referimos a algunos aspectos diferentes al contacto coito genital, nos referimos al todas las acciones que nos llevan como parte de la sexualidad a disfrutar de bienestar físico y emocional, dentro de ellas encontramos el autoconocimiento, la autorreflexión, la aceptación de nuestras singularidades y parecidos como seres humanos, en formas de pensamiento y de actitudes, nos referimos también a la comunicación franca, honesta y abierta con los demás, a poder dialogar abiertamente sobre nuestros límites y de los demás. Aunque hablar de sexualidad puede ser difícil, es un tema que vale la pena abordar.
Es importante entonces considerar dentro de estas pláticas de nuestras necesidades sexuales, temas como la realización personal, la paternidad responsable, sobre la variabilidad de la respuesta sexual si somos jóvenes o personas en edades mayores, si estamos en una relación monogàmica o abierta, dialogar sobre las motivaciones para llegar a tener una relación formal o pasajera.
El dialogo sobre nuestras necesidades sexuales, nos ayuda a tener relaciones con honestidad, sin dar “sobre entendido” algo en especial, esto nos ayudar a encontrar relaciones con satisfacción sexual, apreciando y valorando las diferencias de cada uno. Muchos factores influyen en la respuesta sexual, incluso cómo nos sentimos con nuestra pareja y con nosotros mismos, con la educación religiosa y cultural.
Es importante compartir a través de la comunicación nuestras necesidades sexuales personales, porque esto ayudará a conseguir una respuesta sexual más fluida, sin bloqueos, a brindarnos la energía positiva de poder disfrutar de una relación sexual con la persona que hayamos decidido libremente.
Las necesidades sexuales varían dentro de nuestra vida. Factores como el estrés, las enfermedades, el envejecimiento y los compromisos familiares, profesionales y sociales, si no se comunican pueden generar sentimientos de aislamiento, frustración, rechazo o resentimiento.
“El sexo es comunicación”, Dalmiro Saenz.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.