A lo largo de la historia siempre han existido naciones, gobiernos y líderes que se creen salvadores de sus pueblos. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, el gran imperio asirio era una gran potencia que nunca se imaginó que un día caería, (Cfr. Libro de Nahum). Y así, a lo largo de los siglos han surgido gobiernos déspotas y tiranos como varios en la actualidad.
Viene a mi mente en este momento Rusia, Venezuela, Nicaragua y Guatemala. Estas naciones están siendo dirigidas por buitres tiranos y déspotas, que creen que con el poder que tienen, pueden hacer lo que quieran con su gente. Por el momento lo podrán hacer, pero como se dice en buen chapín: “a todo coche le llega su sábado”.
En Guatemala, desde hace algunos años se ha venido gestando toda una estructura corrupta, llamada “pacto de corruptos”, y cada vez están logrando su cometido. Vemos actualmente que los tres organismos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están en la calle de la amargura. Están trabajando para y según sus propios intereses. Su interés no es el bien común de los guatemaltecos, sino buscar las mejores artimañas para taparse con la misma chamarra.
“Cuando el río suena, es porque piedras trae”. Se dicen tantas cosas negativas de este gobierno, tanto a nivel nacional como internacional. Según la Organización para la transparencia Internacional, Guatemala está entre los países más corruptos de América Latina. Y entonces hay todo un plan estratégico para callar aquellas voces que denuncias sus incoherencias¸ (El Periódico).
En este plan corrupto está contemplado perseguir a fiscales que están haciendo un buen papel dentro del MP, perseguir a jueces probos; y últimamente han comenzado con los medios de comunicación; sobre todo aquellos que han alzado la voz en contra de la corrupción. Ante este ataque sistemático dirigido a quienes están haciendo las cosas bien, la Conferencia Episcopal de Guatemala ha dicho, a propósito de caso Zamora: “el papel protagónico de la Fundación contra el Terrorismo en éste como en otros muchos casos anteriores de persecución de operadores de justicia, confiere a esta fundación un papel hegemónico en los procesos de administración de justicia y operadores del Ministerio Público y del Organismo Judicial”.
La CEG agrega que la captura de Chepe Zamora, siembra dudas sobre hasta dónde seguimos contando con un Estado de derecho efectivo. El Estado de Guatemala debe luchar por el bien común, respetar la democracia y defender el Estado de derecho.
El pronunciamiento de instituciones naciones e internacionales en los últimos días es un indicador de que las cosas no van por buen camino en Guatemala. Los guatemaltecos debemos reaccionar y no quedarnos dormidos ante tanta mentira política. La mayoría de instituciones del Estado de Guatemala, están podridas, porque sus líderes tienen una mente podrida. Su ambición es adueñarse lo más que puedan del dinero de los guatemaltecos.
La mayoría de los políticos actuales de Guatemala dan asco. Son una vergüenza para el país. Jamás pensamos llegar al límite con estos políticos. El poder los ha enfermado. Ante este desmadre de los políticos no hay que quedarse callados. Algo hay que hacer.
Guatemala está en las manos de un buen grupo de buitres. Nosotros, no seamos así. Como “buenos cristianos y honrados ciudadanos” (Don Bosco), comencemos por ser pequeñas semillas de honestidad y coherencia. No somos perfectos, pero creo que sí se puede comenzar a construir un mejor país.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.