En vísperas de fin de año siempre nos topamos con ese amigo que no celebra la Navidad, y no es que no le guste, sino que simplemente es un Grinch moderno. La rutina y la monotonía hacen que hasta la persona de buen corazón caiga en la rutina de circunscribirse a la rutina. Yo personalmente soy testigo de eso, ya que mi mejor amigo padece de ese síndrome, somos dos polos contrarios, pero no puedo hacer nada ya que esa clase de amistad nos complementa, como diría Arjona: “si fuéramos igual, que apatía”.
Por mi lado, les deseo felices fiestas, pero si al igual que mi persona, su mejor amigo es un Grinch, denle todo el amor del mundo.
Triste que en Guatemala los perseguidos, extorsionados, golpeados y amenazados somos los honrados, y no los inútiles políticos, ladrones y corruptos. Ya deberíamos de estar cansados de estar eligiendo a delincuentes para los puestos públicos que solamente con vivir en Guatemala nos damos cuenta que nos hace falta de todo.
Un ejemplo de esta anarquía es simplemente andar en carro durante las lluvias, es casi vivir el relato de la Biblia hebrea del Arca de Noé, en cualquier área del país las calles y carreteras se convierten en ríos, cráteres y gigantescos hoyos. Ya quisiéramos que cada quetzal que se recupere del bolsillo de los corruptos, lo invirtiéramos en seguridad, educación, salud, justicia e infraestructura pero como todo ya sabemos solo terminamos eligiendo a ladrones
¡Creo que sentimos vergüenza cuando pensamos en la honradez! Como guatemaltecos hemos perdido muchos valores, desde la valentía, honradez y mediocridad. Todo es polémico, parecemos más una sociedad con amnesia, estupidez y además que constantemente tratamos de evadir los problemas para nunca solucionarlos. Durante un curso de Economía, la catedrática la licenciada Violeta Soto hizo la pregunta sobre si estábamos enterados de la información económica y sobre los aconteceres que salen a diario en los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos. ¡Nadie dijo nada! Dos cosas quedaron claras, una es que vivimos despreocupados de los desmadres que ocurren en el país y más preocupados por simplemente sobrevivir en él, y la segunda es que nosotros, que tenemos acceso a muchas fuentes de información, qué pasara con aquellos que no son tan afortunados.
Mencionaré esta frase, que es la más adecuada hacia la ocasión “el gobierno no puede combatir la corrupción porque la corrupción es el gobierno”. En Guatemala hay corrupción, extorsión, violencia, controversia, indiferencia, silencio, frialdad, sufrimiento, estupidez, de todo lo que uno se podría imaginar. Y ¡no se está haciendo nada al respecto! “Es más fácil destruir, que construir, y aún más fácil encontrar defectos que virtudes, el ser malo es más fácil que ser bueno…”. Y nos convertirnos en un Grinch chapín moderno.