Sin duda la pandemia también vino a mostrarnos cuán humano, solidario, útil, necesario y arriesgado es la vida y el trabajo de un médico, más aún, al frente de batalla de este virus llamado COVID 19.
No sé exactamente si primero tengo que agradecer o primero tengo que pedir disculpas por la forma en que el desgobierno de Giammattei ha tratado a los médicos en Guatemala. Es indudable, estamos en plena guerra y el enemigo a vencer es invisible y en las personas con problemas severos es letal. Eso lo sabe perfectamente el presidente Giammattei, porque es médico y ha jurado y perjurado que luchará por la vida de sus conciudadanos, lo ha dicho una y cientos de veces, pero en la práctica nada de eso ha pasado, sobre todo en el caso del gremio médico, ha sido del diente al labio, como dirían los comunitarios.
Ningún General –por tonto que parezca- mandaría a la guerra a sus soldados sin la más mínima protección, tampoco mandaría a soldados de la tercera edad, sería un suicidio de parte de los soldados salir a la guerra en condiciones extremas y sería un asesinato en grado de premeditación y alevosía de parte del General a menos que ese fuese su estrategia de guerra, es decir, que el enemigo se ocupe de la carnada mientras el ataque fuese por otro frente. Pero, en este caso NO HIPOTÉTICO sino real, el enemigo no piensa, no reacciona, simple y sencillamente avanza dejando a su paso, miles y miles de muertes en todo el mundo y en el caso nuestro, ya tenemos a cientos de conciudadanos, es más, lamentablemente una decena de médicos.
Los soldados –médicos-, no una sino varias veces pidieron al General –Giammattei- insumos básicos de protección para hacerle la guerra al enemigo –COVID 19-; con la ayuda de la tecnología, hay evidencias palpables, reales y contundentes señor General –Giammattei-, donde sus soldados pidieron y casi suplicando, que se les dotará de armas, espada y coraza entre otros –medicamentos, guantes, capas, comida, etc.- para seguir al frente de la línea de fuego, ¿qué ha hecho usted General? Nada, reitero nada. Al contrario, cada vez que da instrucciones –cadena nacional-, sale a regañar a sus conciudadanos, y en ese estado de ánimo suyo, se ha equivocado especialmente cuando de cifras o números se ha tratado, General, por vida suya y la de sus conciudadanos, es urgente que cambie de estrategia, la que está utilizando, no le ha servido de mucho y el número de muertes –según su reporte oficial- está aumentando. Señor General –Giammattei-, al día de hoy –18 de junio-, han fallecido 11 médicos, conciudadanos suyos, a quienes usted les negó protección básica adecuada, en otras palabras, es responsabilidad suya la muerte de estas personas.
Es absurdo el concepto de poder en Guatemala, no se protege la vida de los médicos, pero sí se protege la identidad y se impide que la justicia alcance a los muchachitos “-verdaderos conciudadanos suyos, de su clase social-”, hijos de personas influyentes dentro de su gobierno que el viernes 12 montaron una fiestecita para quitarse el estrés de la cuarentena. ¿¡Qué pena señor General –Giammattei-!? Hasta hoy, ni uno solo de esos muchachitos, ha sido “localizado” para prestar su primera declaración.
Están grabadas en la memoria de millones de guatemaltecos, las palabras del director del Hospital General Roosevelt, Dr. Barrientos cuando el día jueves 12 de junio, agradecía el trabajo titánico de los médicos, pero, que la cantidad de pacientes ha superado la capacidad del hospital bajo su responsabilidad, tres días después, el Dr. Barrientos es diagnosticado positivo de COVID 19; que si es culpa suya el contagio, por supuesto que sí, les ha negado equipo básico de protección.
Otra vez, Sr. Gimmattei es urgente que cambie de estrategia y más que estrategia, sensibilícese ante el trabajo de los médicos: Deles el equipo básico de protección, págueles el salario que en derecho les corresponde, con cacerolazos y felicitaciones no se come, retire a los médicos de la tercera edad de la línea de fuego, ellos deben estar en otra área de menor riesgo, por supuesto compartiendo la experiencia acumulada con los médicos nuevos. Hablando de médicos nuevos, es imperativo la graduación de cientos de médicos que por trámites administrativos –burocráticos-no han podido graduarse, estos médicos –nuevos- sustituirían a los de la tercera edad, no precisamente en la línea de fuego, porque para ello se necesita experiencia y obviamente los médicos nuevos carecen, entonces, estratégicamente debe haber un corrimiento de responsabilidades en esa difícil y delicada tarea, no es cosa difícil, se llama empatía.
A los familiares de los médicos que fallecieron, mil disculpas porque como conciudadanos no tuvimos las agallas para acompañar a los médicos en sus exigencias reales y necesarias, tuvimos que haber salido a las calles y no únicamente en las redes sociales.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.