Este año parece que fue todo un siglo. Fue un año largo, y se nos está pasando rápido, fue terrible, pero aprendimos, otros se volvieron más pendejos y pocos más fuertes.
Fue un aislamiento, pero estuvimos más cerca que nunca, como siempre tuvimos miedo, angustia, alteraciones, dolor, incertidumbre. Algunos aún estamos perplejos, incrédulos, asustados, enojados. En momentos lloramos, aplaudimos, gritamos, cantamos y en ocasiones nos ayudamos. Enterramos a nuestros muertos sin velorio, los despedimos algunos en silencio. Unos crecimos, aprendimos epidemiología, tecnología virología, conocimos nuevas formas para crear anticuerpos, pero experimentamos tanto en tan poco tiempo. Y aquí aún estamos, somos sobrevivientes de un tiempo que nos estalló en la cara.
En mucho de los casos la gente como siempre culpando al gobierno por muchas cosas y yo pienso que cada quien se mata con su propia mano. El Covid no existe dice el promedio de chapines y lo peor es que por más que uno se cuide en algún momento se topa con gente que le pela la situación actual. Gente más pendeja es la misma que eligen a toda esa bola de sinvergüenzas que tenemos como “lideres”, está viendo la tempestad y no se persinan, dirían las abuelitas.
Es diciembre y tenemos derecho a emocionarnos a llorar, a abrazarnos en silencio y distantes porque así está la cosa, besarnos con el alma, acariciarnos con las miradas. Y sabes es necesario celebrarlo más que nunca, porque ahora sabemos lo que el tiempo vale, lo que significa abrir los ojos cada mañana sano y salvo. Llegamos al final del 2020 y solo es el principio porque esta ola del mal sino ha terminado. Muy pocos despertaron y por eso no fue un año perdido.
Si lo habremos ver de otra manera habremos ganado más que nunca. Así que es necesario pensar más allá de los árboles navideños y los tamales. Salgamos a perdonar a los que herimos corramos a decirles del amor a los que queremos y ayudemos a quienes se quedaron en el camino. Y no perdamos más el tiempo, tratemos intentemos ser mejores este mundo nos necesita más unidos para poder avanzar un poco a poco y para amar la vida más que nunca. Gracias será la palabra más linda del año 2020. Es tiempo de ponerla en práctica y que hoy sea un día para agradecer en lugar de enfocarnos en lo que nos falta. ¡Felices Fiestas, y gracias!