El quinto mes del año, el que está corriendo, nos deja una singular historia de nuestro país. Penoso, porque, nuestra democracia débil y demacrada sigue casi estancada, los avances son pocos y lo poco que avanza, es ferozmente atacada por los lobos vestidos con piel de ovejas. ¿Se recuerdan de los personajes que salieron con banderas de Israel, cantando cánticos en defensa de Israel y al mismo tiempo maldiciendo la decisión del gobierno de Bernardo Arévalo por apoyar a Palestina? Pregunto, ¿acaso en un chorro de agua, podemos beber agua dulce y salada al mismo tiempo? La respuesta es lógica, no se necesita tener maestrías ni doctorados, menos abrazar la fe de cualquier organización judeocristiana ni mucho menos. Pienso, el Apóstol Santiago, estaba viviendo momentos similares cuando escribió el versículo 11 del capítulo 3 de su libro, ni más ni menos.
Qué hipocresía total, ahora resulta que, en el MICIVI, se contrataron señoritas, edecanes y por catálogo, para realizar trabajos -me imagino- especiales y para desestresar a los jefes de ciertas direcciones, especialmente los fines de semana.
Nuestro dinero pagado en impuestos, sirvió para la contratación de diez, once o no sé cuántas señoritas, la cantidad es lo menos que nos debería importar, es la acción burda, baja y asquerosa a que han llegado estas personas. Ah, pero, juran y perjuran que son Provida, Profamilia, etc., imagínese estimado lector, las oficinas gubernamentales, convertidas en antros y guaridas. Permítanme elucubrar; en esos antros se mantuvieron varios días, tanto Jimmy Morales como Giammattei cuando no se les veía por ningún lado y la población muriéndose literalmente de hambre y de COVID-19. En esos antros y acompañados de edecanes de catálogo, empaquetaron los 122 millones para el exministro del MICIVI José Luis Benito, luego encontrados en una casa en Antigua Guatemala. Infelices, ladrones de nuestro dinero. Acá, termina mi imaginación, pero, casi apegada a la realidad. Ah, pero, son Provida y Profamilia.
Respecto a la destitución de la Sra. Diana Jazmín de la Vega Espinoza, del Ministerio de MICIVI, el 15 de febrero recién pasado, me permití en este mismo espacio, señalarla como una persona muy cuestionada por irregularidades en sus funciones ante la Unidad de Construcción de Edificios del Estado en el año 2004-2005, también tuve la osadía de solicitarle al presidente abstenerse de seguir nombrando a personas innombrables y corruptas para dirigir las instituciones del Estado. Bueno, dice un refrán, no hay mal que por bien no vengan. La señora De la Vega Espinoza no renovó los contratos de las edecanes y con ello, se destapó lo que ya sabemos, pero, lamentable por ella, no cumplió con las reglas del juego, las cuales estaban bien claritas y no dejaban ninguna duda. No pagar obras mal hechas por empresarios corruptos. A mi parecer, no era difícil entender el mensaje, pero, la señora se fue por lo más fácil, recibir beneficios personales a cambio de pagar a las empresas corruptas, según informe del gobierno, se pagaron más de 99 millones 500 mil quetzales a empresarios corruptos, en otras palabras, su dinero, mi dinero, nuevamente fueron robados en complicidad de una ministra. ¿Qué le parece? No soy fan del movimiento Semilla ni del señor presidente, pero, creo que hizo lo correcto, eso es luchar contra la corrupción.
La destitución de la ministra de Ambiente y Recursos Naturales, del Viceministro de Desarrollo Sostenible del MEM, de la ministra del MICIVI, del presidente de la Junta Directiva del Banco de los Trabajadores -BANTRAB- dicho sea de paso, fue denunciado por perjurio y falsedad ideológica, así también, pedir la renuncia de Consuelo Porras por medio de la reforma a ley de esa dependencia, creo sin temor a equivocarme, es luchar contra la corrupción. Por su puesto, cada cabeza es un mundo y depende de qué lado y a quién estamos defendiendo.
COMBATE A LA CORRUPCIÓN: Sustituir la voluntad política por la exigencia ciudadana. Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.