El costo de querer hacer las cosas bien en Guatemala es demasiado alto. Seguimos cruzados de brazos y el país cada día va en mal a peor. Es urgente que las empresas consideren regresar a home office, miles de guatemaltecos que apenas están logrando sobrevivir el día a día, con tarjetas de crédito topadas, prestamos bancarios con tasas agiotista y los precios de la gasolina están por las nubes, ya creo que todos estamos trasquilados. Con esto de las lluvias vamos a ver si el libramiento de Chimaltenango aguanta estas lluvias, así como nosotros aguantamos tanta corrupción.
Agregado a esto la policía nacional civil su deber es proteger, servir a la población de la inseguridad. Siento que lo papeles de la Policía Nacional Civil y Municipal están trastornados, pero esto no fue el caso desde la policía (PNC) siempre andan jodiendo y opacando la alegría y distracción como ellos saben mejor amenazar a la población. Guatemala no es un país, es una fosa común. Mientras tanto el “chapín” quien trata de sobrevivir termina siendo parte del desmadre y de lo absurdo, cómo podemos querer una patria sino la cuidamos, estamos sumergidos en la corrupción, anarquía e inseguridad.
Como permitimos que los políticos sigan en un puesto público cuando todo sabemos lo inútil que ha demostrado ser, pero en fin aburrido estoy de saber que cada día nuestro optimismo se mide si la selección avanza en el ranquin de tabla de la FIFA. Solo quiero recordarles que tenemos una selección que nunca ha podido ir a un Mundial mucho menos burócratas que están para servir, proteger y cumplir con un pueblo ya cansado, entre ignorancia, conformismo y aun así un país no es bello solo por sus paisajes naturales, si sus paisajes sociales son horrendos.
El país solo me hace pensar y trazar una meta para el próximo 2023, emigrar, aún tengo toda una vida por delante, iré a un país que me valore desde el trabajo hasta mi honradez, pero lo cierto es que USA está completamente excluido del mapa con tanto gringo idiota, racista y prepotente.