En entregas anteriores, hemos hecho referencia a algunas críticas al presidente que se destacan en la prensa con alguna frecuencia, incluyendo, cuando en la visita a un municipio, se le declaró, no grato. En las ediciones del sábado 19 y domingo 20 de septiembre de “El Periódico”, encontramos dos artículos, pero más fuertes. El primero, de Irmalicia Velásquez, titulado “ALEJANDRO GIAMMATTEI SIN CONDICIÓN TÉCNICA, MORAL Y TEÓRICA PARA GOBERNAR”. El segundo la autora, María Aguilar, lo titula: ESTE MODELO DE GOBERNANZA ESTÁ AHOGANDO A GUATEMALA.
Además, en “Prensa Libre”, página 10, del 16 del mismo mes, encontramos una amplia información sobre un estudio de opinión del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sobre la desnutrición en Guatemala. Estos son la fuente de nuestro artículo. Para el efecto, entrecomillamos las citas textuales tomadas de la fuente en referencia, para nuestro comentario.
Algo que constituye un comentario en todo momento y a toda hora, es la disposición presidencial de crear una plaza que no existía en el organigrama del ejecutivo: CENTRO DE GOBIERNO, la califican y tiene asignado un sueldo mensual de 42 mil quetzales. La crítica, además de otras formas de abordar el caso, destaca que, con ese nombramiento, según Irmalicia Velásquez, “se ha removido de sus responsabilidades al Vicepresidente y a la mayoría de los ministros claves, para asignárselas a Miguel Martínez, quien devenga un sueldo de 42 mil quetzales”.
Destaca la autora los riesgos que supone designar para la plaza en mención, a una persona que no responde por el perfil que el cargo refiere; además, resulta hasta ofensivo, tanto para el Vicepresidente, como para los ministros descargar parte de sus funciones, en alguien que no cuenta con la capacidad y experiencia requeridas. En tal caso, la inconformidad de los afectados, es perfectamente explicable pues, es un error, ya sea por amistad o presumibles razones afectivas, designar, con un elevado sueldo, a alguien carente de capacidad para el desempeño del cargo.
Por su parte, en el comentario de María Aguilar, destaca que “Guatemala vive permanentemente al borde de un abismo político, económico, social y sanitario” y, al referirse a la nueva plaza asignada a Miguel Martínez, dice:” Este acto de nepotismo ha llevado a que Martínez dirija una entidad que solo sirve para traslapar funciones y sangrar al país”. También destaca que: “El poder ciega y si se le suma el corazón, esto lleva al abismo a un país”. Concluye con algo preocupante: “Todos los colocados por el CACIF son un fraude y son el reflejo de la incapacidad, corrupción, robo y mentira bajo las que se sostiene la oligarquía nacional.”
Se podría agregar mucho más de lo abordado por estas admirables periodistas, pero, con lo poco que se rescata de sus interesantes comentarios, se confirma lo que es motivo de conversación entre la población y que sería saludable y hasta una obligación, considerarlo, por parte de quienes están al frente de la actual administración gubernamental. Si en nueve meses que llevan los gobiernos (nacional, gubernamental y municipal), los resultados son negativos y no se corrigen los señalamientos – no son pocos- que con frecuencia se le hacen por medio de la prensa y el comentario cotidiano, es un mal presagio para los tres años y tres meses, que les restan para concluir su mandato.
Algo que también es alarmante, y mucho, es el resultado del estudio de opinión realizado por UNICEF, en Guatemala. El encabezado de La noticia en “Prensa Libre”, Señala: “ELIMINAN UN TIEMPO DE COMIDA POR LA CRISIS”. Aquí, aunque se pretenda ignorar o evadir, la responsabilidad de la desnutrición infantil que ahora también abarca a los adultos, es responsabilidad de la política gubernamental y de nadie más. El estudio, hace varios señalamientos y destaca: “Con la crisis desatada por la pandemia el problema se agudiza y una de cada cuatro familias, ha dejado de hacer un tiempo de comida por la falta de recursos”.
Al señalar datos duros pero que, son una realidad inocultable, en declaraciones atribuidas a “Carlos Carrera, representante de Unicef en el país, dice que: “Son indicadores duros y claros de que hay un impacto directo en la alimentación de las familias y por supuesto, de los que están en situación vulnerable, que probablemente ya tenían una situación de pobreza”. Y para concluir: conversando con un Abogado, me dice que hay muchas acciones inconstitucionales en el actuar de la acción gubernativa, pero, eso y algo más, trataremos de abordarlo, en futuras oportunidades. AL TIEMPO.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com