Todos como personas poseemos un grado de fortaleza mental. Pero como todo en la vida, siempre habrá espacio para mejorar. Alguien mentalmente fuerte es aquella persona que puede manejar sus emociones, pensamientos y que pueda actuar de una manera correcta. Hay algunos factores que pueden afectar nuestra fortaleza mental, entre los que nos afectan directamente están:
La genética, que afecta nuestros estados emocionales; la personalidad, que permite a algunas personas comportarse de forma positiva por naturaleza, y las experiencias, ya que las cosas que han pasado en nuestra vida afectan la forma en que nos vemos a nosotros mismo y la forma en que vemos al mundo que nos rodea.
Para poder cambiar pensamientos negativos, comportarnos adecuadamente y manejar nuestra emociones, existen ciertos aspectos que podemos tomar en cuenta.
Una de las cosas que hace una persona no mentalmente fuerte es adoptar el papel de víctima, todos en la vida hemos pasado por momentos difíciles. Ponernos en el papel de victimas no nos ayuda a cambiar nuestra situación. Las razones por las cuales las personas hacen esto es porque así se evitan tomar responsabilidad sobre sus actos. Y en lugar de adoptar un papel para resolver los problemas, adoptamos un papel en donde solo somos resultado de las circunstancias. Hacer esto es autodestructivo y trae nuevos problemas que traen emociones negativas. Debemos evitarlo, y en lugar de esto debemos enfocarnos en las acciones que podemos hacer ahora, ya que lamentarnos no nos va a dar una solución efectiva.
Una segunda cosa que no hace una persona mentalmente fuerte es huir a los cambios, a veces decimos que vamos a cambiar, pero es mas fácil decirlo que hacerlo. Nuestras emociones y pensamientos no nos permiten esos cambios, de pronto quieres adoptar nuevos cambios en tu vida, pero el solo hecho de pensar en lo incómodo que será implementar esos nuevos hábitos te detiene y continúas con el estilo de vida que has tenido. El problema cuando no puedes adoptar un cambio son las consecuencias que esto tiene, no cambiar es sinónimo de no progresar. El mundo cambia todo el tiempo.
Una tercera cosa que no hace una persona mentalmente fuerte es tratar de complacer a todo el mundo. Una persona que tiene claros sus objetivos y lo que quiere en la vida no tiene dificultad para decir no a lo que otras personas le piden, y tampoco definen su valor con opiniones ajenas. En nuestro interés de no querer generar conflictos y que los demás no se lleven una mala impresión de nosotros, ponemos los intereses de otras personas por encima de los nuestros. En realidad debes hacer las cosas que tú consideres importantes, y no hacerlo de esta manera solo hará que llenemos nuestra agenda de muchas actividades que no nos ayudarán a cumplir nuestro objetivos.
Una persona mentalmente fuerte evita las comparaciones, entiende que cada persona tiene sus propios objetivos. Y sabe que el éxito no significa lo mismo para todos. Por ello, no ve a los otros como competidores, ya que el éxito de otras personas no afecta su desempeño en lo absoluto.