Se ha escrito mucho sobre el amor. Ya desde el Antiguo Testamento se han escrito poemas de amor como el Cantar de los Catares, cuyo tema principal es el amor entre el esposo y la esposa (entre Dios y su pueblo). Jesús mismo vino a decirnos que los mandamientos más importantes son: amar a Dios y amar al prójimo. Los evangelistas, como Juan nos recuerdan que el amor viene de Dios, porque Dios es amor. San Pablo afirma que el amor se resume en comprensión, servicio, generosidad y verdad (1Co 12, 31-13, 13).
Los padres de la iglesia también han escrito diversidad de ideas sobre el amor, como San Agustín de Hipona, para quien “la medida del amor es amar sin medida” o bien “ama, luego haz lo que quieras”; San Juan de la Cruz comenta que “en el ocaso de la vida seremos examinados en el amor”.
En nuestros días hay una cantidad enorme de artistas que le cantan a un amor, pero que en realidad no es amor, porque hablan de traición, del amor pasional y de un amor causante de decepciones en la vida. Entonces ¿Qué es el amor? ¿Dónde está la causa del amor? Desde un punto de vista cristiano, el amor tiene su origen en Dios, y, por ende, es un regalo de Dios. Dios me dio esta existencia, porque pensó en mí, y si pensó en mí, es porque me ama.
El amor es uno de los sentimientos más bonitos del ser humano. El amor ha sido, es y seguirá siendo un sentimiento que le permite a hombres y mujeres expresar, desde lo más profundo de su ser, lo que pasa dentro de sí mismos. El verdadero amor, toca las fibras más íntimas del ser humano. Y cuando de verdad el ser humano lo pone en práctica, construye grandes obras de arte. Por lo que es importante “ser pequeñas gotas de amor en un mundo lleno de amargura”, (Sta. Teresa de Calcuta).
El amor es un sentimiento que puede crecer cada día más y más; es un sentimiento que se puede cultivar en el interior de cada uno, y desde ahí, iluminar a todos los que están cerca y lejos de sí mismos. Puesto que yo puedo amar estando cerca, pero también puede amar en la distancia. El amor es una donación total al otro sin condiciones ni prejuicios. El amor es un sentimiento inexplicable, pero expresable a través de un abrazo, una sonrisa, un apretón de manos, un beso, una caricia, un “te quiero”, “estoy contigo”.
El amor es un sentimiento que nace sin pensarlo, cuando uno siente, ya está amando a alguien. El amor es un sentimiento que no se piensa, sólo se siente; y es que “el corazón tiene razones que la razón no entiende”, (Pascal). El amor es como un imán, es una atracción mutua que no se razona, sino que brota en el momento menos pensado y mueve las fibras más recónditas de hombres y mujeres.
El amor verdadero arriesga todo. Jesús dio su vida por amor al género humano. Muchos santos y santas han sufrido el martirio por amor a su pueblo. Hombres y mujeres de todos los tiempos han estado dispuestos a defender sus causas por amor; por ejemplo, una madre que vea que uno de sus hijos está en peligro, está dispuesta a dar la vida por defenderlo. Un hombre que ame lo que es y hace, está dispuesto a padecer injusticias y difamaciones de todos los frentes. El amor es eso que usted en este momento está sintiendo por su trabajo, por su profesión, por su vocación y por las personas que ama.
Por lo tanto, el día del amor no es sólo el 14 de febrero. El día del amor es hoy. ¿Cómo saber cuándo una persona es protagonista del amor? Cuando escucha, cuando sirve, cuando es solidario y cuando desea el bien y no el mal. Ámese y ame.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.