A través del decreto 25-94, en 1994, el Congreso de la República declaró el 26 de abril de cada año, el Día de la Secretaria. Cada 26 de abril, es una buena ocasión para recordar la función principal de todas aquellas mujeres que se desempeñan profesionalmente como secretarias en las diferentes instituciones públicas y privadas del país. Una secretaria es aquella que tiene la responsabilidad de atender con excelencia a los clientes que visiten las empresas o instituciones. Pero para atender con excelencia, se requiere de una buena dosis de inteligencia emocional.
No es nada fácil atender personas. Hay clientes que se han levantado mal y llegan a ofender y tratar mal a quien les atiende en una secretaría. De ahí la importancia de la educación y profesionalización de una secretaria. Una secretaria con buena autoestima y con una excelente inteligencia emocional, será capaz de torear con el peor toro soberbio que se le ponga enfrente.
Queridas secretarias, ustedes son las responsables de guardar los secretos de la empresa. Son las niñas de los ojos de su jefe. Ustedes no deben ocultarle nada a su jefe. Tienen que aprender a hablar con la verdad. Ustedes guardan los secretos, no solo de la institución, sino de su jefe. Es peligroso para una institución que una secretaria oculte información cuando cometa un error.
Que Dios les conceda sabiduría para seguir trabajando con excelencia. Recuerden que hay jefes mala onda con ustedes. No se sientan tristes. El premio por una atención de calidad, se los dará la vida y Dios más adelante. Trabajen para quedar bien con Dios. Disfruten su trabajo como secretarias.
Por otra parte, el primero de mayo, se celebra en Guatemala el Día Internacional del Trabajo. Este día tiene su origen en 1886 en Estados Unidos. En esta época, un grupo de trabajadores de la ciudad de Chicago, exigieron la reducción de las horas de trabajo, de 16 a 8 horas diarias. Esta reducción de las horas de trabajo se logró, gracias a una protesta de unas ochenta mil personas.
Para el Papa San Juan Pablo II, “El trabajo es una de las características que distinguen al hombre del resto de las criaturas, cuya actividad, relacionada con el mantenimiento de la vida, no puede llamarse trabajo; solamente el hombre es capaz de trabajar, solamente él puede llevarlo a cabo, llenando a la vez con el trabajo su existencia sobre la tierra. De este modo, el trabajo lleva en sí un signo particular del hombre y de la humanidad, el signo de la persona activa en medio de una comunidad de personas; este signo determina su característica interior y constituye en cierto sentido su misma naturaleza”, (Laborem Exercens). El trabajo es una actividad propia del hombre y la mujer que dignifica al mismo hombre y a la misma mujer.
Este día, agradezca a Dios el trabajo que tiene. No se queje. Hágalo con entusiasmo y amor. Si está en un trabajo en donde no está dando el cien por ciento, busque otro. Lo importante es ser productivos. Pero nunca reniegue por el trabajo que tiene. Hay miles de personas que no tienen un trabajo; y si lo tienen, son explotados por patronos injustos. Además de trabajar, no se olvide de orar.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.