Esta semana en la Contraloría General de Cuentas nombraron nuevo subcontralor de probidad y de calidad del gasto, lo cual es un cambio normal y de esperarse en la institución porque ellos eran personal de confianza del ex contralor, casualmente el cambio se dio después de que el ente fiscalizador emitiera un dictamen desfavorable a la compra de aviones al Estado de Argentina por parte del Ministerio de la Defensa, dictamen que de cualquier manera, fuera firmado por el ex o el actual subcontralor o por el contralor hubiese sido el mismo porque las leyes guatemaltecas no permiten el tipo de adquisición que pretendía realizar el presidente.
Ese proceso dio lugar a varias especulaciones en primer lugar sobre las causas del movimiento del personal de confianza del contralor, y en segundo lugar dio lugar a que el ex subcontralor de calidad del gasto se hiciera la víctima tratando de justificar su renuncia con el haber detenido la compra de los aviones por parte de la cartera antes referida.
Vale la pena que los guatemaltecos recordemos la forma en que dicho funcionario actúo y reaccionó durante el tiempo que estuvo a cargo de velar por la calidad en el gasto y el uso de los recursos públicos. Inicialmente se vio involucrado en las escuchas telefónicas de Juan Carlos Monzón ex secretario privado de Roxana Baldetti, en donde claramente le pedía que apoyara evitar que el proyecto de combustible en el Aeropuerto Internacional La Aurora, fuera anulado. Después de que Monzón se convirtiera en colaborador eficaz durante su declaración dijo que él fue quien llevó al subcontralor, luego de que se presentará a su oficina junto al contratista Rafael Rivera, quien pidió que lo apoyara para ser nombrado subcontralor. (Lo anterior consta en información pública)
En días previos al proceso de elecciones generales en nuestro país, el funcionario en cuestión a petición de los partidos políticos del pacto de corruptos veló porque la Contraloría General de Cuentas interpusiera denuncias penales espurias contra potenciales candidatos que representaban opciones políticas distintas a las tradicionales y de ésta manera bloquear la opción a tener finiquito, además diligencio y oficializó informes de contra revisión en tiempo récord para que otros candidatos señalados si pudieran tener finiquito y participar en las elecciones. Esto sin mencionar la cantidad de denuncias y hallazgos que se desvanecieron durante su gestión como subcontralor, para favorecer a personajes señalados, como ejemplo cito el informe de la federación de futbol.
Por todo lo anterior con base en los hechos, no se puede “inferir” que el cambio se debió a la firma del dictamen de los aviones ya que éste se tenía que dar independientemente de quien lo firmara, además el nuevo contralor obligadamente debe tener personal de confianza, y nosotros como sociedad civil no debemos dejarnos sorprender en nuestra buena fe y que nos quieran aparentar que el cambio se debió a una independencia de decisión ya que durante todo el tiempo que éste funcionario estuvo en el ente fiscalizador pudo haber realizado una verdadera lucha contra la corrupción, lo cual no sucedió, en éste caso no es una víctima, más bien lo que sucedió es que el camaleón cambio de color.