Ya deberíamos de estar hartos de tantos gobernantes pendejos, corruptos y ladrones.
El problema es complejo pero también cae mal saber que esta pareja de inútiles que tenemos cada cinco años son claro ejemplo que lo único que llegan es a robar, además existe las denuncias y son interminables. Los programas sociales , ni tampoco las identidades públicas realmente no están para los que verdaderamente necesitan comida, salud, ropa y vivienda.
Estamos en una situación compleja en términos generales, propensos en la corrupción, mentiras y del cinismo que llego a su glamour . Estos últimos gobiernos se convirtieron en el eje de la corrupción y están haciendo feria del dinero del pueblo. Han canalizado recursos para comprar votos y en los últimos meses continúan saqueando el Estado. Solo en Guatemala ocurren estas cosas, estamos envueltos en deudas porque no se hacen carreteras o el dinero no va hacia la salud, ni mucho menos tampoco hacia la educación. Estamos entre ruinas y corruptos porque Jimmitei y su equipo de ladrones se están enriqueciendo . Seguimos teniendo graves problemas y ninguno de estos problemas no pueden ser solucionados si continua la corrupción.
Es muy cierto que todo el pueblo tiene el gobierno que se merece una famosa francés de Joseph Maistre, que sugiere que “toda nación tiene el gobierno que merece”. El francés André Malraux, la modifico y dijo “…los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen”.
Ya creo que enloquecimos como país en creer que estos corruptos sinvergüenzas se conviertan en empresarios y aun así dueños del país. Ya queremos un presidente interesado en solucionar los problemas del país. Todos los gobernantes se están convirtiendo en el títere de aquellos que son parte de una mafia y que son parte del gobierno que ya dejo a Guatemala llena de clavos, problemas e inundada en corrupción. Necesitamos un gobierno con prioridades que premie a quien por su propios méritos, estudios y esfuerzo, pero vivimos entre idiotas que ni saben manejar un auto y ni mucho menos saber votar.
Es indiscutible que un dirigente o un político no sale de la nada, sino que es producto de un ambiente histórico cultural y social envuelto en la pura porquería. Cuando uno reflexiona sobre los candidatos y la cultura, descubrimos que los funcionarios se parecen a su población. Tal vez es mucho pedir que nuestros candidatos tuviesen gustos mas acordes a los del actual mandatario ruso Vladimir Putin, quien ostenta cinturón negro en judo y estudios muy elevados. Solo se levanta ánimos en más de uno, por aquello de que no nos agrada que se exhiban nuestros vicios y debilidades en cada gobierno.
Como quiera que sea, lo que esto implica, es que el gobierno no es sino una entidad emanada de la misma sociedad a la que rige y por lo tanto la idea resulta indiscutible, pues los gobernantes no llegaron de “afuera” como extraterrestres, sino que nacieron y crecieron en una sociedad con todas sus costumbres y valores. En otras palabras, estamos entre ruinas y políticos artífices de tragedias nacionales, tenemos que recordarnos que está en juego muchísimos problemas ya no tenemos más tiempo para perder. Guatemala es un desmadre, vivimos en un país que el ciudadano es el reflejo mismo de un gobierno inútil y corrupto.