De nuevo, la atención se ha centrado en el poder Judicial. Las más altas magistraturas del país han decidido sobre el futuro de varios de los candidatos y en consecuencia sobre el futuro de las elecciones próximas.
Nunca antes, como en los últimos años, se había dado en el país tanta cobertura a procesos judiciales como ocurrió desde que los entonces, presidente y vicepresidenta de la República, dejaron los cargos por la presión y fueron procesados. El impacto y magnitud de la cobertura se dio en parte por la facilidad que se tiene con los medios digitales y la otra por el interés de sobredimensionar la información respecto a estos casos.
El rating fue tan alto, que la transmisión de las audiencias competía con los programas de mayor interés, aún y cuando no fueran entretenidas. Hubo casos que fueron calificados como icónicos, se condenó socialmente a unos y se emancipó como héroes a otros. A medida que el panorama cambió, la atención en los procesos judiciales fue disminuyendo, y la consigna de lucha contra la corrupción sigue siendo una utopía, porque si bien parecía haber avances, siempre existieron intereses y lucha de poderes por hacer uso del sistema.
Hoy, nos encontramos con esa misma lucha de poderes, que no permite una estabilidad política y social, con niveles de corrupción en los organismos del Estado, con un proceso electoral incierto y aún sin definirse, a menos de un mes de realizarse; enfrentamos una incertidumbre que compromete aún más la situación del país. Mientras que la decisión y la atención ha estado de nuevo en las Cortes del país, en donde se dirimen los casos que determinarán el rumbo que tomarán las elecciones.
Es por eso que ahora jueces y demás actores de ese ámbito, han pasado a ser tan conocidos como los artistas y deportistas; convirtiéndose en personajes de farándula, gracias en gran medida a cómo se mediatizaron los casos, al punto que interesa tanto su vida personal como en su ejercicio como funcionarios. El poder se ha concentrado en este organismo del Estado, y he ahí la importancia también del proceso de postulación y elección de quienes ejercen ese poder.