Guatemala es un país cuya soberanía radica en las decisiones que toma un pequeño grupo de criollos, descendientes de españoles. Ellos desde la invasión a territorio nacional en 1524 a ostentado el poder, lo que les ha representado grandes beneficios, entre estos: La encomienda, en donde la tierra se les entregó sin tener que pagar un solo centavo, incluyó un grupo de personas que debían trabajar sin recibir nada a cambio.
Por las tierras recibidas entregaban un pago, mismo que iban evadiendo de cualquier forma. Cuando a inicios del siglo XIX el rey de España requirió un mayor pago por el uso de la tierra, estos se negaron, y decidieron fundar la “Patria”, con el único objetivo de ya no pagar impuestos, y ser favorecidos obteniendo mejores utilidades de sus negocios.
El concepto de “Patria”, para este grupo de empresarios agrupados en el CACIF se circunscribe a un territorio que pueden explotar. Las extensas tierras de cultivo de azúcar era propiedad del Estado guatemalteco, igualmente las plantaciones de café, algodón, banano y palma africana. Durante la época de Jorge Úbico se decreto la Ley contra la vagancia, que establecía que todo aquel que no tenia un trabajo debía prestar servicios en las fincas sin cobrar remuneración alguna. Por lo anterior la esclavitud en territorio guatemalteco se legalizo y hasta la fecha en muchas fincas viven guatemaltecos que no reciben un salario, pero además deben agradecer al dueño por los beneficios que recibe.
Durante la década de 1944 a 1954 estos beneficios estuvieron en riesgo. La posible expropiación de las tierras dedicadas al cultivo del banano, de propiedad estadounidense, puso en alerta a los propietarios, utilizando las fuerzas militares invadieron territorio nacional, derrocando al gobierno de Jacobo Arbenz. Desde esta fecha se estructuro una estrategia que impidiera volver a poner en riesgo sus tierras, o la denominada gran finca “Guatemala”.
La estrategia de control incluyo la fundación del CACIF, acaparar los activos financieros por medio de los bancos, las tierras, las exportaciones, los medios de comunicación, entre otros. Para garantizar este proceso debían tener el control del Gobierno, el Congreso y las Cortes. El descontento social se manifestó por medio de las armas. Los guatemaltecos se enfrentaron entre ellos, un bando a favor del empresariado representado por el ejército y el otro en defensa del resto de la población.
La firma de la paz no garantizó absolutamente nada, los acuerdos de paz únicamente constituyen un documento escrito, histórico, pero sin cumplimiento. Al contrario la pobreza se incremento, la desigualdad que se manifiesta en la delincuencia cada vez es más evidente, las discriminación, el racismo, la mortalidad por hambre, entre otros problemas, hoy son más evidentes.
Luego de la supuesta entrega al poder en 1986 al sector civil, la élite criolla se blindo. Teniendo el control económico y los medios de comunicación, sabían que nada podía afectarlos. Ellos deciden quien gobierna, quien legisla y quien aplica la ley en los tribunales.
Para mantener sumisa a la población crearon y fortalecieron las “maras”. Los índices delincuenciales se convirtieron en el problema que la población en general resintió. Para ganar el poder los candidatos a la presidencia ofrecieron eliminar la delincuencia, con “mano dura”. Esto nunca se cumplió, ya que de no existir este mal no había forma de manipular a la población.
Ante el cambio de la iglesia católica, en los años sesenta, teniendo un giro y estar a favor de las más desfavorecidos, la élite criolla empresarial aposto por la iglesia protestante, cuyo favor se obtiene por medio de un intercambio monetario, llamado diezmo.
Con este escenario el gran empresario, que son muy pocos, tienen enormes beneficios tributarios. No pagan impuestos, están en un régimen de exoneración. Productos de venta masiva como el Ron Zacapa, el Cemento Progreso, entre otros, tienen esta prerrogativa tributaria. Pero estos y otros beneficios no son gratuitos, quedo claro que los empresarios, mediante un proceso ilegal entregaron más de 15 millones de quetzales al partido oficial del Presidente Jimmy Morales. Este es un mínimo porcentaje sí se compara con los beneficios que esperaban recibir, que sin duda alguna ya están en sus cuentas bancarias.
En la presente crisis, era de esperar que el CACIF estuviera del lado del gobierno. Dejar un par de años más a la Comisión para que investigue todos estos negocios oscuros era poner en riesgo su estabilidad, la comodidad que tienen en este paraíso llamado Guatemala.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.