Uno de los aparatos más revolucionarios y que marcó una época cumplió 40 años. El primer dispositivo de música portátil, denominado Walkman, representó ese tránsito hacia una revolución digital, que vino después con el discman y el reproductor mp3, todos estos descontinuados y sustituidos por el móvil, que cumple ahora la función de varios dispositivos.
Este no es, sin embargo, un artículo anecdótico; la referencia es porque el aniversario del Walkman nos presenta una síntesis de cómo ha cambiado el mundo a raíz de los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevos dispositivos y sistemas de comunicación y entretenimiento. En esa época, adquirir un aparato de música portátil era algo limitado a un cierto grupo de privilegiados, hoy, está al alcance de la mayoría; facilitando la accesibilidad. La reducción del tamaño de los aparatos ha sido parte de esa evolución, así como la tendencia a la desaparición de los objetos físicos, hoy la música ya no está un casete, sino en internet, reflejo claro de la generación actual.
Es además interesante porque recordar productos como este, que marcó una época, aviva el gusto por lo retro; motivado, según la publicista Ingrid Zacipa (La Vanguardia), no solo por un sentimiento de nostalgia de intentar volver a vivir otros tiempos, sino que en el caso de las nuevas generaciones, señala, se da porque buscan “significados profundos y trascendentales”, en un momento en el que todo es cambiante y volátil, lo que permite hacer una pausa para apreciar algo, que al estar descontinuado, se vuelve singular. Tal es la velocidad con que se avanza en la era digital, que todo pasa de moda en un instante.
Y finalmente, nos hace reflexionar sobre cómo ha cambiado el modelo de negocio, en este caso de la música, pero extendido a otras áreas del entretenimiento. Hasta antes de la televisión y el teléfono, los gastos fijos estaban reducidos a los servicios básicos y a la renta. Hoy, el usuario promedio, incluye en sus facturas mensuales la cuota de sus cuentas en sistemas de paga para escuchar música o ver películas, y su lista de gastos irá en aumento, si consideramos que la tendencia desde hace algunos años es el negocio por suscripción, que para la empresa que presta el servicio garantiza ingresos basados en un patrón de compra repetitivo, pero para el usuario implica un aumento de gastos fijos.
¿Qué tanto hemos cambiado desde el Walkman?